sábado, 19 de abril de 2008

El TEPJF da entrada a impugnaciones contra la asamblea de Alternativa Socialdemocrata

Proceso
México, D.F., 8 de abril (apro).- La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dio entrada a la primera impugnación contra la asamblea nacional ordinaria del partido Alternativa Socialdemócrata del pasado 30 de marzo, y los acuerdos que derivaron en la reelección de Alberto Begné como su presidente.
El pasado viernes 4, la Oficialía de Partes del TEPJF recibió la impugnación interpuesta por el vicepresidente de ese partido en Durango, Wilfrido Isami Salazar Rule, quien formuló la demanda por su propio derecho.Salazar Rule se identificó como afiliado y representante a la asamblea nacional de Alternativa Socialdemócrata.
En su calidad de vicepresidente del Comité Estatal en Durango, Salazar Rule invocó la figura del per saltum.
Es decir, usó ese mecanismo para llegar al máximo tribunal sin recurrir a los órganos partidistas internos, con el fin de promover el juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano.A través de esa vía, Salazar pretende impugnar la instalación, celebración y acuerdos adoptados en la Asamblea Nacional, el Consejo Político Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional de Alternativa Socialdemócrata, celebrada el 30 de marzo pasado en esta ciudad.
Durante la reunión, en la que participaron principalmente los integrantes del partido que forman parte de la corriente que encabeza Begné Guerra, se tomaron, entre otros acuerdos, el de cambiar el nombre del instituto político por el de Partido Socialdemócrata.Además, el Consejo Político aprobó, mediante voto secreto de sus integrantes, la conformación del nuevo Comité Ejecutivo Nacional que encabeza Alberto Begné, como presidente, y Lucio Pascoe, como vicepresidente.
La votación se dio a partir de la presentación de una planilla única, la cual fue avalada por unanimidad.La presidenta de la Sala Superior del TEPJF, María del Carmen Alanís, dio entrada ayer al juicio y ordenó su registro en el Libro de Gobierno con la clave SUP-JDC-260/2008. El expediente fue turnado para su análisis y elaboración del proyecto de sentencia al magistrado Flavio Galván Rivera.
Ahora se espera la impugnación que formule la excandidata presidencial del Partido Alternativa Socialdemócrata, Patricia Mercado, quien previamente a los comicios advirtió que si el dirigente de ese instituto político, Alberto Begné, insistía en realizar la Asamblea Nacional para reelegirse, recurrirá a los tribunales para impugnar el proceso.
Mercado había hecho un llamado para que Begné aceptara la última convocatoria del Consejo Político saliente de aplazar dos meses la elección de la nueva dirigencia del partido.

lunes, 14 de abril de 2008

Plaza Pública: No hay Alternativa

Miguel Ángel Granados Chapa
Alberto Begné entró el domingo a la cuestionada asamblea nacional como presidente de Alternativa Socialdemócrata y salió de ella con el mismo cargo en el Partido Socialdemócrata, pues para imponer su sello personal hizo aprobar el nuevo nombre de la organización, que de modo expreso renunció así a ser lo que se pretendió que fuera, una alternativa frente a los partidos tradicionales y los viejos modos de hacer política.
Ni la elección de Begné, ni la nueva denominación del partido cuya dirección disputó con Patricia Mercado resultan de decisiones legalmente firmes. Se adoptaron en una asamblea que un órgano del partido había aplazado, para ser realizada el 31 de mayo, no obstante lo cual Begné y los suyos la instalaron y llevaron a término.
Es probable, por lo tanto, que la legalidad de la reunión sea sometida a la jurisdicción del Tribunal electoral del poder judicial de la Federación.En el proceso de renovación del comité ejecutivo federado de ese partido, los días 8, 9, 15 y 16 de marzo se efectuaron 29 asambleas estatales, donde además de elegir comités locales fueron también designados los delegados a la asamblea nacional.
Buen número de esas reuniones estatales presentaron peculiaridades. En las de Baja California y Colima resultaron delegados a la asamblea nacional personas que figuran en el padrón del PRD y del PRI, según constancias documentales (Reforma, 31 de marzo).En la del Estado de México, a su vez, fue elegido delegado en representación de un comité de acción política con sede en Nezahualcóyotl el mismísimo Begné, quien reside en el D.F.
A la luz de lo ocurrido después puede conjeturarse que el presidente del partido quiso de ese modo asegurarse la candidatura formal a la reelección, a diferencia de lo acontecido a Mercado que no pudo ser elegida delegada (y por tanto tampoco pudo ser candidata a la presidencia) en el D.F. debido a que fue alterado el orden en la asamblea del 16 de marzo en esa entidad, con la presencia de porros.
Los líderes de la banda de golpeadores que reventó la reunión para echar a los mercadistas son personas cercanas a Enrique Pérez Correa, diputado a la Asamblea Legislativa del D.F., que en esa cuestionada reunión local resultó líder del comité capitalino, además de ser miembro del Comité Ejecutivo Federado.
Militantes de Alternativa inconformes con el curso y el resultado de varias asambleas estatales iniciaron ante la justicia electoral federal juicios para la protección de sus derechos político-electorales como ciudadanos. El viernes pasado, conforme al dictamen de la mesa directiva del Consejo político federado, no habían “sido sustanciados y resueltos en su totalidad” esos juicios ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Por ello, y para que “la asamblea nacional se celebre bajo condiciones de certeza jurídica”, el presidente y la secretaria del mencionado Consejo político, Alejandro Mújica Montoya y Claudia Isabel Barrón, dispusieron el propio viernes diferir la asamblea nacional prevista para el 30 de marzo y convocarla para el 31 de mayo.
Hicieron publicar su acuerdo al día siguiente, sábado 29, pero el domingo, pasando por alto esa determinación, los delegados, miembros todos de la corriente Nueva Mayoría de Begné, sesionaron como si no les importara la “certeza jurídica” invocada por la mesa directiva del Consejo político.
Además de elegir al nuevo comité ejecutivo, la cuestionada asamblea decidió abreviar aún más el nombre del partido, que cuando recibió registro en 2005 se llamó Alternativa Socialdemócrata y campesina. Después de que fracasó la maniobra del ala campesina para vender la candidatura presidencial del partido al empresario farmacéutico Víctor González Torres, sus dirigentes fueron expulsados y el nombre del partido se quedó en Alternativa socialdemócrata. Ahora se dejó de lado la palabra inicial y la agrupación se llamará, cuando los órganos electorales consagren esa decisión, Partido Socialdemócrata.(Ya hubo una organización con ese nombre. La fundaron en los setenta los hermanos Sánchez Aguilar, el mayor de los cuales, Luis, llegó a ser diputado en la LVI legislatura. Pero mucho antes, en 1981, su partido obtuvo registro condicionado, lo que le permitió participar en la elección federal del año siguiente, con Manuel Moreno Sánchez como candidato presidencial).
La asamblea dominical se efectuó sin sobresaltos. Acudieron 285 de 364 delegados que quizá se fatigaron, pues a la hora de votarse el cambio de denominación participaron sólo 163, sin que se registraran abstenciones ni votos en contra. La reunión se prolongó hasta el comienzo del lunes por la integración del Comité Ejecutivo, formado por 20 carteras, que serán ocupadas por miembros de la corriente de Begné. Al igual que el partido, también mudó de nombre la fundación “Voz Alternativa”, que se llamará en adelante (salvo determinación judicial en contrario) “Fundación Socialdemócrata”. Hasta la víspera dirigía esa fundación la propia Patricia Mercado, que perdió también esa posición en el partido que contribuyó a fundar y al que con su candidatura presidencial aseguró el registro y el financiamiento de que ahora disfruta.
Aun si Mercado desistiera de su lucha por el liderazgo de la antigua Alternativa, puede darse por seguro que otros miembros del partido impugnarán la asamblea dominical, y que lo harán también los directivos del Consejo político federado, cuya determinación de diferirla fue desacatada.
— México, D.F.
miguelangel@granadoschapa.com

Hechos y nombres

Alejandro Envila Fisher

Partidocracia en descomposición
La crisis de legitimidad, democracia, transparencia y confianza que afecta a los partidos politicos es tan grave, que ha llegado el momento de que sus propios dirigentes la admitan y ofrezcan, como signo mínimo de verdadera sujeción al interés nacional, una muestra real de que están dispuestos a trabajar por y para el país, por encima de sus proyectos personales, para así recuperar algo de la confianza ciudadana.
Las normas democráticas al interior de los partidos apenas llegaron y los ejemplos de la incapacidad de estos para darse elecciones internas transparentes y confiables ya abundan. Lo que en estos momentos se ha visto en el PRD en primer lugar y en Alternativa Socialdemócrata, ahora Partido Socialdemócrata, en segundo, pero también lo que ocurrió en el PAN, donde contra toda la tradición discursiva panista, Germán Martínez Cázares sólo pudo llegar a la dirigencia por la fuerza del dedo del presidente Felipe Calderón, y lo que pasó en el PRI hace algunos años, cuando Roberto Madrazo se apoderó de la dirigencia tricolor gracias a las maniobras de sus operadores electorales, son muestras suficientes de que los partidos politicos mexicanos son absolutamente incapaces de organizar procesos internos de selección de dirigentes o de candidatos, medianamente confiables.
Si la democracia es verdaderamente la divisa del cambio político en México, las cúpulas de los partidos deberían empezar por cumplir con la ley y adoptar normas y prácticas verdaderamente democráticas en su vida interna. Para hacerlo, lo primero que debería aprobarse es que las elecciones de todos los institutos politicos quedaran sujetas obligatoriamente al escrutinio público, pero más importante aún, que fueran organizadas por los institutos electorales federal y estatales, y calificadas por los tribunales especializados en la material.
Con toda su sapiencia en la material electoral, Arturo Nuñez no logró la confianza de los perredistas y a estas alturas no hay duda de que cualquier órgano electoral, local o federal, podría haber organizado una elección perredista de resultado menos accidentado y más confiable.
En el PAN, donde se supone que la urbanidad y la civilidad política imperan, las elecciones internas tienen el curioso efecto de purgar al partido luego de cada proceso. Baste preguntar dónde está hoy Carlos Gelista: castigado y sin posibilidad de seguir su carrera por ahora, simplemente porque se atrevió a competir con la sobrina del presidente por la dirigencia del PAN-DF.
Cosas parecidas le han sucedido a quienes ayer eran miembros importantes del grupo del rijoso Manuel Espino Barrientos. Una vez que éste entregó la dirigencia sin competir, todos los miembros de su grupo han sido gradual pero sistemáticamente marginados de los puestos de decisión del partido. La de Germán Martínez no fue una elección sino una designación desde los Pinos. Ante el temor de la derrota, se forzó al grupo contrario a ni siquiera intentar presentar candidato y se le replegó de todo espacio real de dirección del partido. Y como la misma actitud y estilo antidemocráticos adoptaron Manuel Espino y Luis Felipe Bravo Mena, miembros ambos de la ultraderecha, cuando llegaron a la dirigencia panista, no queda más que concluir que la democracia no es, en realidad, un valor del panismo, como tampoco lo es del priísmo ni del perredismo.
Si se analizan historia y vida interna de los partidos pequeños, se verá que sus vicios son iguales o mayores a los de PRI, PAN y PRD. Alberto Anaya es más poderoso que un jeque árabe en el PT, del que desde 1991, hace 17 años, no ha perdido el control. Jorge Gonzalez Torres y su hijo Jorge Emilio González Martínez son los creadores del concepto de partido familiar. Tienen registro también desde 1991, lo obtuvieron gracias al trabajo de campo que en su favor realizó la oficina de Arturo Nuñez Jiménez cuando éste era subsecretario de Gobernación del salinismo, y desde entonces han mantenido el control absulto y vertical del partido, de sus prerrogativas y de sus candidaturtas, a pesar de las fuertes disidencias que han enfrentado en diferfentes momentos y del desprestigio social que los envuelve.
El componente antidemocrático no es privativo de ningún partido en especial y de ninguna corriente de cualquiera estos en lo particular. Es simplemente la perversion de la regla de supuestas mayorías que, en lugar de respetarlas y darles su lugar, margina cuando no aplastan a las minorías.
Así, en la crisis de democracia y legitimidad que viven los partidos no hay buenos ni malos. Sólo hay bandos distintos que se disputan posiciones de poder y de dinero porque estas son la puerta de acceso a otras de más poder y también de más dinero.
Lo peor del caso es que estas tribus en el caso perredista, camarillas en el del PRI y grupos en el panista, financian sus proyectos politicos de cofradía con recursos públicos, además de que no se disputan trofeos inocuos, sino el control y el futuro de la nación.Para que la mexicana sea de verdad una democracia y no una ineficaz y corrupta partidocracia, es indispensable ponerle un límite a los grupos que se han apoderado de las cúpulas de los partidos, y forzar a estas organizaciones a cumplir el mandato democrático que la propia constitución les impone al calificarlas entidades interés público.
Para hacerlo, el primer paso es retirarles el control monopólico sobre su vida interna, pues al amparo de una pervertida autonomía, se han convertido en la mejor incubadora del pensamiento antidemocrático y totalitario del que se supone México viene huyendo. naenvila@editorialmac.com.mx

¡Síganme los buenos!

Ricardo Raphael

La izquierda mexicana está en crisis. (La falta de originalidad en la primera frase de este artículo lo prueba). Somos muchos los que en éstas y otras páginas hemos escrito sobre el tema: lo que está ocurriendo en la vida interna del PRD y también en Alternativa Socialdemócrata es síntoma de una grave enfermedad y no de un mero resfriado.
No comparto la idea de que tales síntomas sean el producto artificial de un intento malvado de los conservadores y los derechosos por ponerle sordina a los reclamos y reivindicaciones de la izquierda. Hay causas y al mismo tiempo crisis. Ambos hechos no son excluyentes.
Y tal crisis tiene un origen: al haber abandonado voluntariamente la práctica de la deliberación, la izquierda mexicana quedó condenada a imponer y también a padecer la política del empellón.
Los líderes de esta corriente política, y en particular Andrés Manuel López Obrador, han contribuido muchísimo para que se produzca esta circunstancia.
Hace tiempo que este ex candidato presidencial se asignó a sí mismo el papel de profeta. Con su dedo flamígero suele señalar como perversos vendepatrias a aquellos mexicanos que no comparten su visión de las cosas. Al mismo tiempo juega a homenajear como héroes y redentores éticos de la nación a quienes comulgan con sus convicciones.
Ojalá y los problemas del país fueran tan simples como para resolverlos de esta manera tan clásicamente lopezobradorista. Si para zanjar nuestros mayores dilemas pudiéramos actuar —como en las series animadas infantiles— ordenando la realidad entre buenos y malos, con seguridad viviríamos ya en el paraíso.
Todos los días en México se suman necesidades y problemas, pero el salmo maniqueo ha servido de muy poco a la hora de enfrentarles. En revancha, esta arenga ha ofrecido a sus usuarios una propiedad muy particular: es útil para anular la conversación con los propios y también con los extraños.
Cuando lo único importante es saber si se está del lado de los vendepatrias o del de los nacionalistas, (de los lopezobradoristas o los antilopezobradoristas), ya no queda más de qué hablar.
Aparecen como banales o inútiles las preguntas: ¿qué hacer con el petróleo en aguas profundas? O, ¿de qué manera responder a la reducción de las reservas? O, ¿cómo adquirir tecnología a bajo costo? O, ¿qué hacer para transparentar y eficientar la administración de Pemex?
Tan fútiles han de ser estas interrogantes que el principal defensor de la soberanía petrolera no se ha molestado siquiera en responderlas. Para convocar a sus seguidores, López Obrador no necesita de un diagnóstico sobre la situación que guarda el petróleo en México; mucho menos requiere de un catálogo mínimo de propuestas y soluciones.
Lo suyo, como el personaje aquél de la televisión —el Chapulín Colorado— se limita a pedirle a los buenos que le sigan. Y para colmo, algunos han tomado la decisión de apoyar a este predicador sin exigirle precisión en sus planteamientos.
Otro ejemplo de este silenciamiento sobre el diálogo —típicamente lopezobradoriano— ocurrió durante el proceso de sucesión para la dirigencia del PRD. Ahí el ex candidato presidencial señaló como modositos, cobardes y también como “presta-piernas” a quienes disputaron en contra suya la dirección perredista.
Al igual que hace con sus adversarios de la derecha, a quienes siempre descalifica, señaló a Nueva Izquierda como una corriente política integrada por actuales o potenciales traidores.
No estuvo dispuesto, como era tan necesario, a participar en un ejercicio de deliberación con sus correligionarios. No tuvo ánimo ni tiempo, para trabar una conversación con quienes, en su partido, se encuentran al frente del liderazgo parlamentario, a propósito de la política de relaciones del PRD con el resto de los partidos, así como con el gobierno.
Hoy en el PRD, quien argumente por dialogar con las oposiciones —sobre todo con la derecha— es tachado de pérfido impostor. No es de los buenos, pues.
Así como hace con el tema petrolero, al crear una burbuja de silencio para imponer su punto de vista, López Obrador hace con tantas otras cuestiones de relevancia. Convoca furioso a luchar contra los traidores y con ello logra eludir la discusión. Por la vía de los aspavientos y la inflación de las palabras, impone una veda deliberativa.
Supieron en su día los inquisidores que los herejes y los apóstatas son los dos primeros personajes que desaparecen en las vedas deliberativas. En un ambiente de verdades absolutas, al hereje no se le permite cuestionar y al apóstata se le niega el derecho a cambiar de opinión. Se trata de una circunstancia imposible para la persuasión. No hay argumento que pueda (con)mover entre interlocutores.
Un espacio público sin deliberación entre las muchas voces y verdades, como bien nos recordó ayer Rolando Cordera (La Jornada 30/03/08), arrebata la dignidad a la política y desfonda el único dique que es capaz de contrarrestar a la violencia y también a la ignorancia.
Tengo para mí que la principal de todas las razones que han conducido a la crisis de la izquierda mexicana es su muy reducida capacidad para el desarrollo de argumentos conversables.
En lugar de priorizar el uso de la voz, surge hoy el empellón, cuando no la eliminación del adversario. Ahí está el caso de Alternativa Socialdemócrata donde Alberto Begné, inspirado seguramente en López Obrador, eliminó a su interlocutora Patricia Mercado.
¿De qué le sirve a México una izquierda que no tolera la voz de sus propios desacuerdos?
Una izquierda sin posibilidad para la apostasía —para lo que Albert O. Hirschman llamaba la auto-subversión— termina siendo una expresión más del conservadurismo. (Como corroboró Chespirito, los que dicen “¡síganme los buenos!” acostumbran votar por la derecha).
Quizá sea hora de aceptar que la izquierda se ha llenado de conservadores, de silenciadores del debate, de individuos rápidos para la auto-complacencia pero inútiles para la auto-crítica.
Sin auto-subversión no hay subversión, y sin esta última no hay deliberación, ni tampoco izquierda. Así lo demostró el totalitarismo soviético.
Es fundamentalmente por estas incapacidades propias que la izquierda mexicana anda tan descalabrada.
Analista político

PLAZA PÚBLICA

Porros en la izquierda moderna

MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA

Ingenua o ilusamente, muchos ciudadanos han creído que Alternativa Socialdemócrata y Campesina es la “izquierda moderna que el País requiere. En parte por esa convicción, pero principalmente por la fuerza atractiva de su candidata presidencial Patricia Mercado, ese partido consiguió mantener, durante el proceso electoral de 2006, el registro provisional que le fue otorgado el año anterior. Hoy Alternativa enfrenta un nuevo litigio interior (su breve vida ha estado marcada por conflictos) porque los dos políticos que la han encabezado, la ex candidata Mercado y el actual presidente Alberto Begné se han trenzado en una disputa en cuyo último round triunfaron los porros, golpeadores contratados por alguno de los seguidores de Begné, o por este mismo, en su propósito de continuar siendo líder de este partido que se ha ido achicando año con año.
Mercado y Begné actuaron juntos para lograr el registro de una nueva tentativa socialdemócrata que participara en elecciones. Ella ha perseverado en este intento, al que Begné se declara groseramente ajeno, desde que se organizó Democracia Social, el partido encabezado por Gilberto Rincón Gallardo, que no consiguió en 2000 representación en el Congreso, ni mantener su patente para continuar en la lista electoral. Con algunas variantes, entre ellas la ausencia del antiguo líder comunista, a quien Vicente Fox había confiado las promociones contra la discriminación, y el ascenso de Mercado, ella encabezó en 2003 el Partido México Posible, que tampoco logró persuadir a un número relevante de ciudadanos que fiaran en su perfil ideológico y político.
Participante en esas tentativas fallidas, Mercado resolvió que para tener mejor suerte Alternativa, su tercer intento electoral, debía practicar alianzas en un terreno más ancho. De ese modo se alió con dirigentes rurales cuya presencia justificara que el partido se llamara Alternativa Socialdemócrata y Campesina. El nombre de la organización se alargó con esa alianza pero estaba destinada a frustrarse, porque los participantes buscaban satisfacer su propio interés y no construir uno nuevo en común. La crisis latente entre grupos unidos por la conveniencia se actualizó cuando Mercado dejó la presidencia del partido para buscar la del País, y los grupos campesinos atendieron el pedido corruptor de Víctor González Torres y pretendieron venderle la candidatura presidencial que había sido otorgada a Mercado, que había dejado en su lugar a Begné al frente del partido.
Fracasada la maniobra a favor del Dr. Simi, la candidata Mercado consiguió 1’124, 280 votos, el 2.71% del total, con lo que aseguró el registro del partido. No lo hubieran conseguido los candidatos diputados, que sólo llegaron a poco más de 850 mil votos. Merced a la votación presidencial, Alternativa pudo formar un mínimo grupo parlamentario en San Lázaro, y una representación aún más precaria en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Programada la sucesión en la presidencia del partido para el próximo domingo, Mercado se dispuso a tomar de nuevo el timón, y Begné a retenerlo. Para sorpresa sólo de quienes no lo conocen, este último ha manejado el partido en su provecho personal y por ello no escatima recurso alguno con tal de permanecer en el mando, en que ha tenido un ejercicio personalísimo, ajeno a la rendición de cuentas. Con una mentalidad que todo lo centra en sí mismo, Begné supone que han sido “irrelevantes” los intentos socialdemócratas previos a Alternativa de donde, concluye “la tradición que comenzara con Democracia Social y que luego continuara con México Posible, no tendría cabida en Alternativa mientras él estuviera al frente del partido.
“De esa identidad previa le estorban en particular dos cosas: lo que Begné llama, con tono de menosprecio, la agenda pinky, y la dificultad para sacar adelante su muy personal estrategia política de alianzas”. (Ricardo Raphael, El Universal, 24 de marzo). Esa estrategia consiste en unirse al PRI en elecciones locales, pero también interferir en comicios internos, como el que tiene en la tribulación al PRD, donde Begné se ha vinculado con Jesús Ortega, acaso por el fenómeno descrito por Goethe como el de las “afinidades electivas”.
La disputa en Alternativa ha tenido varios modos y escenarios. No ha estado ausente de ella la violencia, pero nunca en la manera y medida en que, por cuenta de Begné se desencadenó en la primera asamblea estatal de ese partido en el DF, el 16 de marzo. Atacado como muchos otros de sus compañeros por una pandilla de porros, “golpeadores de cachucha blanca”, Andrés Lajous tras narrar su amarga experiencia llegó a la siguiente conclusión:
“Cuando los vi venir, lo que más miedo me dio fue pensar que no habría manera de detenerlos. Que no sabía cuál sería su límite, que no tendrían ninguna empatía por quienes serían golpeados. Por fin, después de más de un año de conflicto interno en el partido, me di cuenta que ni Jorge Díaz Cuervo ni Enrique Pérez Correa, ni Luciano Pascoe, ni Alberto Begné, estaban dispuestos a escuchar y dar argumentos. Hoy son delincuentes. En algún momento tuve la esperanza de que aceptarían el rigor de la competencia y de la deliberación democrática. Ahora, tras su ataque premeditado y violento me queda claro que ellos sólo creen en el rigor de la violencia” (Enfoque, 23 de marzo).
Díaz Cuervo es diputado a la Asamblea capitalina; Pérez Correa es líder en el DF; Pascoe es el vocero del partido. Y Begne es Begné

Itinerario Político

En carta a Begné, Mercado propone ser la dueña del partido
Pide invertir en su imagen para llegar al 2012 como candidata

Ricardo Alemán

Todos hemos visto el proceso de auto- destrucción que vive el Partido Alternativa Socialdemócrata (PAS). Descalificaciones y acusaciones, guerra sucia y versiones encontradas entre los dos jefes reales: la ex candidata presidencial Patricia Mercado y el presidente formal del partido, Alberto Begné.
Y algo muy grave debió ocurrir en ese partido para que sus líderes llegaran a esos extremos, sobre todo si conocemos, como hoy podemos documentar, que Mercado y Begné eran aliados para conservar el control absoluto del partido hasta 2012. Itinerario Político tiene en su poder una carta que Mercado le envió a Begné, en la que se explica la alianza, se revelan los intríngulis del pleito y se entiende su origen. ¿Y qué creen? Pues sí, a partir del contenido de la carta, parece claro que la pelea es por el control autoritario que pretendió mantener Mercado. Pero antes de conocer la carta, veamos los antecedentes.
La historia
Y es que como están las cosas en el PAS, ya no sabemos si hoy será electo su nuevo presidente —en realidad reelecto el señor Alberto Begné— o si le podemos creer a un desplegado difundido ayer sábado en el diario Milenio, en el que se cancela la asamblea prevista para hoy y se convoca a otra para el mes de mayo.
Como sea, lo cierto es que la guerra intramuros del más joven de los partidos mexicanos —y el único que en su discurso sostiene la doctrina socialdemócrata— es lo más parecido a una tragedia política. Tiene las características de un suicidio político. ¿Por qué? Luego de la crisis que destruyó a la más importante formación de izquierda, el PRD, el Partido Alternativa —como lo dice su nombre— parecía la única alternativa electoral emparentada con una izquierda seria y moderna. Como van las cosas, todo indica que esa también quedó cancelada.
En este espacio hemos seguido la evolución del PAS con una postura crítica a los distintos liderazgos, y en su momento lo mismo denunciamos (Itinerario Político, 1 de diciembre de 2005) la poco transparente y nada ética elección de su candidata presidencial, Mercado —quien en alianza con Begné “recurrió a los viejos métodos de la cultura política del PRI: violación de sus propias reglas, antidemocracia, trampa y engaño”—, que criticamos la expulsión del ala campesina.
Precisamente los días 29 y 30 de diciembre de 2005 regresamos al tema para documentar la guerra feroz por el control del partido —que en ese tiempo no había ratificado su registro—, ya que a partir de la elección de su candidata “los integrantes del grupo socialdemócrata que encabezan Mercado y Begné pretenden expulsar del partido a los campesinos que jefatura Ignacio Iris Salomón, quienes, a su vez, no aceptan la candidatura presidencial de Mercado”. Al final de cuentas fueron echados del PAS los campesinos, quienes ganaron una impugnación en el Tribunal Electoral y algunos regresaron y otros de plano dejaron el partido.
Regresamos al tema el 24 de septiembre de 2007 para documentar un insólito: la fractura del otrora sólido grupo que había llevado a Mercado a la candidatura presidencial, que alcanzó por ahí de un millón de votos y que ratificó el registro del partido. ¿Por qué rompieron lo que parecía una sólida alianza entre Mercado y Begné?
Unos dicen que Mercado fue picada por el “síndrome tabasqueño” —en alusión a AMLO, y por el control vertical que tiene del PRD—, otros que por soberbia, los de más allá dicen que por ambiciones insanas —ya que pretende volver a la candidatura presidencial de 2012—, mientras que los que la conocen aseguran que añora el reflector, el control total del partido.
Los porros
En realidad nadie sabe la verdadera causa de esa fractura, lo cierto es que el domingo 16 de agosto se llevó a cabo una asamblea del PAS en el Distrito Federal, en la que se elegirían los delegados a la asamblea nacional prevista para hoy —en la que habría de renovarse la dirigencia del partido—, y todo terminó en una vergonzosa guerra, en la que aparecieron golpeadores y de la que literalmente habría sido echada Patricia Mercado. (Itinerario Político 24 de marzo de 2008).
La ex candidata acusa a Begné de enviar porros para doblegar a su grupo, en tanto que Begné dice que no, que fue la señora Mercado quien patrocinó a los golpeadores. ¿Quién tiene la razón? ¿Quién miente? Sin duda que alguien miente. Por eso decidimos que lo mejor es acudir a las pruebas. Primero revisamos el acta notariada de la asamblea en la que supuestamente fue echada Patricia Mercado. Se puede inferir que, en efecto, los afines a la señora Mercado pudieron haber promovido la llegada de golpeadores.
Pero esas pruebas tampoco resultan concluyentes, ya que el sentido común no caza con lo ocurrido. Es decir, ¿para que promover la llegada de golpeadores, cuando las asambleas del resto del país le daban una consistente mayoría al grupo del señor Begné? En otro extremo, tampoco hay razón aparente: ¿Para qué la señora Mercado llevaría porros, sea en supuesto de que su causa estuviera perdida, sea que fuera ganadora? ¿Cuál sería la ganancia? Quienes conocen el conflicto de cerca y que no están del lado de ninguno de los bandos, dicen que, en efecto, Patricia Mercado habría sido capaz de reventar la asamblea para aparecer como víctima. ¿Es posible eso?
La carta
Lo cierto, como ya dijimos, es una carta que envió Mercado a Begné poco después de la elección de 2006, de la que, más allá de las versiones de unos y otros, se pueden sacar muchas conclusiones y se puede colocar a muchos en su sitio. La misiva es parte de una investigación periodística en proceso que pretende concluir en un libro sobre la construcción y evolución de los partidos emergentes. La consultamos a una de las partes, al señor Begné, a quien molestó, pero reconoció que es auténtica. Ayer fue imposible localizar a Mercado para conocer su versión sobre la carta que lleva su firma y que parcialmente reproducimos:
“Querido Alberto:
“Voy a escribir cómo me veo y dónde quiero estar para lograr el objetivo de fortalecernos para ser una opción real de gobierno, solos o con otros, en 2012. Este objetivo tiene una parada intermedia muy difícil para una opción como la nuestra: las elecciones para el Congreso en 2009. Las condiciones de polarización se van a recrudecer en los próximos tres años. Será entonces una elección plebiscitaria tanto para el gobierno de Felipe Calderón como para el PRD y AMLO.
“Las 13 elecciones estatales que viviremos en el año que entra en los estados de la República serán una prueba que, afortunadamente, viviremos dos años antes de la elección intermedia. Nos servirán, espero, para corregir errores, fortalecer experiencias exitosas y saber, sin autocomplacencia ni falsas expectativas, a qué escenario nos enfrentaremos después…
“Frente a esto, me convenzo cada vez más de que debemos disciplinar al partido a las convicciones que nos llevaron, a ti y a mí, a construir esta opción desde hace 10 años, aunque nos hayamos tardado tanto en hacerlo juntos. Se jugarán muchos intereses pequeños y grandes, estaremos a prueba permanentemente y creo que no lograremos la coherencia necesaria hacia adentro y hacia fuera del partido si no actuamos juntos con mucha firmeza. En esta alianza tuya y mía está en juego la posibilidad de seguir siendo dirigentes o dejar de serlo.
“¿Qué me daría certezas, cumpliría mis deseos y me permitiría seguir construyendo para alcanzar los objetivos que me hicieron llegar acá?
“1. Ser la vocera oficial de Alternativa. No quiero perder el impacto mediático que hemos logrado estos meses. No podemos desperdiciar la inversión que ya dos partidos han hecho en mí. “Patricia Mercado” ya es una referencia, a la que hay que sacarle todo el provecho que sea posible. Para esto necesito tener un espacio de protagonismo y vocería política. Hay varias maneras de lograrlo, pero debemos estar muy claros de lo que implican. Tú tendrías la vocería natural como presiente del partido, que también desarrollaría tu propia presencia pública como sucedió en distintos momentos de la campaña…
“2. Dirigir el Centro de Estudios. Desde aquí construir partido no sólo lanzando lo que sería la escuela de cuadros para aquellas que vayan integrando el partido…
“3. Quiero desarrollar desde el Centro la puesta en marcha del gabinete sombra…
“4. Debo confesar que no estoy segura que la opción de ser legisladora para 2009 sea lo mejor para fortalecer mi liderazgo de cara al 2012. Creo, eso sí, que tenemos que competir con mi candidatura a la Presidencia…
“5. Quiero que desarrollemos un método para que tanto tú como yo podamos hacer lo que queramos dentro del marco de nuestro acuerdo, cualquiera que éste sea, con la suficiente autonomía para desplegar todas nuestras potencialidades en los próximos seis años… quiero espacio para dar la cara por Alternativa, para seguir siendo una referencia. Quiero y necesito recursos para moverme, para desarrollar lo que te propongo desde el Centro y para construir base social. Lo bueno es que el 60% o 70% de estos recursos pueden ser regresados al partido por el concepto de actividades específicas. Para esto necesito manejar 30% del presupuesto, con un plan de trabajo que lo justifique.
“7. Propongo a Carlos Martínez para asuntos electorales… necesitamos un juego incluyente, rendición de cuentas y capacidad autocrítica permanente.
“8. Por supuesto, me parece fundamental la entrada de Gustavo Gordillo al Comité y también propongo que Jorge Díaz Cuervo sea el presidente del Consejo Político del partido, pagando el costo que pueda significar la salida de Mújica. Cambiar al presidente de la Comisión de ética… me gustaría alguien como Mauricio Merino o Jacqueline Peschard…”. Hasta aquí lo más relevante de la carta que envió Mercado a Begné luego del proceso electoral de julio de 2006.
¿Dueña del partido?
Y, en efecto, a partir de la carta —que, insistimos, por lo menos autentificó una de las partes— resulta que Mercado pretendía manejar el partido a su antojo, desde un poder fáctico que según ella le da la popularidad, para regresar por la candidatura presidencial de 2012. Pero en el fondo la crítica no es contra un proyecto político como el que muestra Mercado en su carta a Begné.
No, nadie cuestiona eso. Lo que resulta criticable, en todo caso, es la forma como quiere llevar adelante su proyecto. ¿Cuál es esa forma? Sí, la misma que pretende imponer en el PRD el señor López Obrador: el control absoluto y vertical del partido… y de la candidatura presidencial para 2012.
Resulta que en tanto ex candidata presidencial, generadora del millón de votos que le dieron el registro definitivo como partido político al PAS —y porcentaje de votación que determina el monto de las prerrogativas—, la señora Patricia Mercado pareciera creer que es la dueña del partido, o que el partido le debe todo a ella, a su popularidad, a su figura e imagen. Y por ello quiere la tajada de león de los recursos y el control casi absoluto. Algo así como otro partido familiar. Y lo triste de todo eso es que las ambiciones sin límite destruyen otro partido.
aleman2@prodigy.net.mx

Acuerdan cambiar nombre de Alternativa

La propuesta de cambiar la denominación del instituto político por el de Partido Social Demócrata fue avalada por 163 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones

Notimex El Universal Ciudad de México Domingo 30 de marzo de 2008

La primera Asamblea Nacional de Alternativa Socialdemócrata aprobó, por unanimidad, cambiar la denominación del instituto político por el de Partido Social Demócrata (PSD), así como la imagen que lo identifica.
Durante los trabajos del órgano directivo que continúan esta noche, los delegados avalaron la propuesta presentada por Luciano Pascoe Rippey, quien sugirió la transformación para que sea más accesible a los ciudadanos y a los medios de comunicación.
La propuesta fue avalada por 163 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, y de acuerdo con artículos transitorios, avalados hoy, deberá esperar a que el Instituto Federal Electoral (IFE) declare la procedencia legal y constitucional de la misma para surtir efectos.
La nueva imagen de Alternativa consistiría en una mano derecha en color rojo en la parte superior de un cuadro, dividido por una línea intermedia de forma horizontal y debajo de ésta las iniciales PSD.
Pascoe Rippey, quien se desempeña como representante de Alternativa Socialdemócrata ante el Consejo General del IFE, indicó que la modificación avalada hoy forma parte de una propuesta integral para relanzar y refundar al partido.
Esta noche, la Asamblea Nacional Ordinaria reformó los artículos tres, cuatro, 51, 80, 91 y agregó un artículo 89 Bis, así cuatro transitorios.
Entre estas modificaciones destaca la del cambio de nombre e imagen del partido que fueron avalados por mayoría calificada.

Renovará Alternativa dirigencia nacional en medio de acusaciones

Fuente: W Radio
México, marzo 29, 2008.- Alternativa Socialdemócrata es uno de los dos partidos mas jóvenes del país que obtuvo su registro nacional en los comicios de 2006, pero que podría sufrir una ruptura importante en su Primera Asamblea Nacional Ordinaria.
La pugna por la dirigencia se hizo pública cuando en junio pasado se inició la renovación de las dirigencias estatales, lo que coincidió con un acuerdo que tomó el Comité Ejecutivo Nacional, encabezado por Alberto Begné, para hacer una coalición legislativa parcial en las elecciones intermedias de Veracruz.
Patricia Mercado, ex candidata presidencial del partido en 2006, manifestó su rechazo a la coalición con el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, argumentando que "se está entregando el partido a los intereses de grupos fácticos".
A partir de entonces la confrontación creció con acusaciones mutuas entre ambos sectores que se hacían responsables de las derrotas electorales que incluso Mercado calificaba como una debacle, pues se estaba perdiendo el capital político acumulado con ella en la candidatura presidencial.
En tanto, el grupo de Begné Guerra aseguraba que los comicios locales en los que hubo derrotas fueron coordinados por el equipo de la ex candidata presidencial y que la baja de electores era responsabilidad exclusiva de ella, pues en Zacatecas y Baja California Alternativa perdió su registro por esa situación.
Incluso el representante del partido en el Instituto Federal Electoral (IFE), Luciano Pascoe Rippey, sostuvo que en la elección de Yucatán, Patricia Mercado hizo contracampaña. A su parecer, después de los comicios federales pasados, el partido se ha consolidado en el país, y prácticamente ha mantenido los niveles de votación en los comicios locales subsecuentes.
Ante ese panorama, en la asamblea se espera una confrontación entre ambos grupos, que no sus líderes, pues Patricia Mercado anunció que no asistirá a los trabajo, pues al no haber sido electa comorepresentante a la Asamblea Nacional prefirió no contender por la dirigencia del partido.
Según ella, la renovación de dirigentes está plagada de irregularidades que no dan legitimidad a los acuerdos que puedan tomarse en esa asamblea, que es el máximo órgano de dirección del partido.
Ambas corrientes coinciden en que se requieren reformas estatutarias para cambiar el sistema de elección de dirigentes, pues al ser tan prolongado llevó a radicalizar las posiciones y actualmente pareciera una situación irreconciliable.
El 16 de marzo se efectuó la Asamblea del Distrito Federal, en la que ni siquiera fue posible determinar con claridad el número de delegados que cada una de las partes llevaban, lo que derivó en una batalla campal.
En ese acto, Alberto Begné decía contar con 70 por ciento de los 345 delegados que acudirán este domingo a la Asamblea Nacional y por ello se le atribuyó a Patricia Mercado la autoría intelectual de la agresión.
De esa manera, Enrique Pérez Correa fue electo como presidente de Alternativa en el Distrito Federal, acusado por Patricia Mercado de contratar "porros" para hacer el trabajo sucio de Begné.
El también legislador capitalino respondió "que Patricia no quiere asumir su derrota, no quiere reconocer que la gente no la apoya y que 70 por ciento del partido está con la actual dirigencia nacional que encabeza Alberto Begné".
"El partido Alternativa no tiene por qué replicar prácticas de otros partidos, como del PRD, pues ella se quiere convertir en la Peje-Tricia Mercado de Alternativa, quiere pasar por encima de los documentos básicos, de los estatutos y de los procedimientos legales del partido para volver a la dirigencia nacional", sostuvo.
En la orden del día de la Asamblea Nacional se prevé la ratificación de los estatutos aprobados por la Primera Asamblea Federada Extraordinaria, efectuada los días 12 y 13 de mayo de 2007, donde se excluyó al sector campesino del partido.
Se ratificarán las adecuaciones estatutarias y la fe de erratas aprobadas por el Comité Ejecutivo Federado. Se procederá a la elección y toma de protesta de integrantes de la comisiones nacionales autónomas de Justicia Partidaria y de Vigilancia y Rendición de Cuentas. También se elegirá y se tomará protesta a los integrantes de la Comisión Nacional Autónoma para la Elección de Organos de Dirección, así como del Consejo Político Nacional.
En todo ese proceso se definirá la nueva dirigencia de Alternativa, pero el grupo de Patricia Mercado informó que se presentaron las denuncias correspondientes y se aportaron pruebas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que se invaliden los procesos.

Begné llega con ventaja a elección de Alternativa

El grupo que impulsa la reelección del dirigente asegura tener 76% de los delegados a la asamblea
Alberto Morales El Universal Sábado 29 de marzo de 2008
alberto.morales@eluniversal.com.mx
Patricia Mercado, que aspira a la presidencia nacional de Alternativa Socialdemócrata, llega con 20% de representación a la asamblea nacional del próximo domingo, donde el partido renovará sus órganos de dirección en todo el país.
De acuerdo con la corriente Nueva Mayoría, que impulsa la reelección de Alberto Begné, ellos tienen 76% de representación y 4% se considera independiente.
Es decir, el grupo de Begné tiene una representación de 262 delegados, mientras que Mercado 68, y 15 delegados no han definido su voto, según un informe sobre la integración de la asamblea.
El Partido Alternativa Socialdemócrata (PAS) tiene como mecanismo de elección un “sistema parlamentario”, donde los 345 delegados que integran la asamblea nacional tienen entre sus atribuciones elegir al nuevo Consejo Político Nacional (CPN) y modificar los estatutos.
Integrantes del CPN eligen, por medio de voto secreto, al presidente y vicepresidente del consejo según las planillas que se inscriban, mismas que van con sus propuestas para las 22 carteras del Comité Ejecutivo Nacional.
En la integración de los comités estatales, Mercado llega también con margenes reducidos. De acuerdo con el documento, Nueva Mayoría posee 19 dirigencias estatales, mientras que Mercado sólo seis; y siete comités serán nombrados de manera provisional, pues no alcanzaron a registrar el número de comités de acción política para una asamblea.
Entre esos comités está Sonora, de donde es natal Mercado. Las otras seis entidades son Chihuahua, Guanajuato, Quintana Roo, Sinaloa y Tabasco.
Luciano Pascoe y Jorge Carlos Díaz Cuervo, represente del partido ante el IFE y coordinador de la fracción parlamentaria socialdemócrata en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, coincidieron en que esos resultados son reflejo del trabajo y la consolidación de una nueva mayoría.
“Se confirma que el DF no define el proceso, ya teníamos una mayoría previo a la asamblea del 16 de mazo”, aseguró Pascoe.
En tanto, Díaz Cuervo reiteró su llamado a que Mercado asista a la asamblea nacional, pues reconoció que ella representa una parte de la fuerza de su partido.
Tras el falló el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que rechazó seis recursos de impugnación presentados por la expresión de Mercado para invalidar asambleas estatales, el PAS dijo que se confirmó la validez de todo el proceso de renovación de órganos de dirección.

La izquierda que no fue

Por: Ciro Murayama Opinión La Crónica
Quienes la semana pasada supusimos que, además de una serie de irregularidades puntuales, la elección del PRD arrojaría —como indicaron los conteos rápidos— un claro ganador de esa contienda interna, erramos.
Aunque los temas de los que debe ocuparse un partido político no sólo son domésticos, es imposible pretender que ahora la discusión, por ejemplo, sobre la reforma energética se vuelva el centro de atención haciendo de lado un riguroso balance sobre el desaseo en los comicios del PRD.
Sí, el petróleo y otros asuntos son clave para el país, pero su importancia no puede servir de pretexto para ocultar la severa crisis política y ética en que los perredistas han incurrido por sí mismos.
Ninguno de los adversarios del PRD habría conseguido dañar tanto la credibilidad del partido como lo han hecho sus militantes y dirigentes.
Las torpezas del actual gobierno, la insensibilidad para mantener en su cargo al secretario de Gobernación aun a costa de lesionar la figura presidencial o las malas prácticas de algunos gobernadores del PRI —Puebla y Oaxaca, por citar los casos más conocidos— no pueden servir como coartada para dejar pasar de largo las prácticas que se vuelven un lugar común en el perredismo.
La responsabilidad es intransferible.La retahíla de irregularidades pasa por todas las malas artes de la corrupción electoral que fue necesario desterrar de los comicios constitucionales en México: compra de votos, simulación de sufragios, acarreo, robo y quema de urnas, interferencia de la votación por medios violentos. Todas esas prácticas, por cierto, son consideradas delitos en el Código Penal, por lo que si se hubiesen cometido en una elección constitucional se estaría solicitando no sólo la intervención del Tribunal Electoral, sino también del Ministerio Público.
A ese triste grado ha llegado la convivencia, por llamarla de alguna forma, en el PRD.Con tales irregularidades resultó imposible que los conteos rápidos arrojaran información confiable: las muestras estadísticas de una elección funcionan cuando esa votación es limpia, no cuando ocurre un fraude generalizado.
Tanto es así que fenómenos desconocidos en la picaresca mexicana de alteración del voto se hicieron presentes, como la aparición de actas de escrutinio correspondientes a casillas que jamás se instalaron.
Si uno se atiene no a lo que los analistas vienen diciendo, sino a las expresiones de los propios militantes del PRD, será imposible saber quién ganó: se infló la votación, se robó la documentación, etc., por lo que votos válidos y legítimos están contaminados por sufragios inventados y apócrifos.
No sirvieron los conteos —encargados, por cierto, a una de las empresas cuyos conteos en 2006 dieron por triunfador a Felipe Calderón, lo que habla de que o son muy olvidadizos o que la descalificación a esos ejercicios hace año y medio se debió no a una convicción sino a una estrategia basada en la mentira— y por lo mismo también se volvió inoperante el PREP perredista y ni siquiera un recuento voto por voto permitiría limpiar la elección a sabiendas de que hay boletas depositadas de manera ilegal.
Desde el mismo PRD con frecuencia se menosprecian los avances de la llamada, despectivamente, “democracia electoral” —como si pudiera haber algún sistema político democrático que no fuera electoral—. Pero resulta que ese mero “detalle técnico” del procedimiento electoral, del que a su vez depende nada más y nada menos que la legitimidad de las instituciones —como insistía José Ortega y Gasset—, es imposible de desahogar de manera adecuada por los perredistas en su vida interna.
¿Cómo confiar en las bondades del discurso del PRD, en la nobleza de los fines que dice perseguir, si entre compañeros son capaces de infligirse toda suerte de trampas? ¿Cómo creer que ese partido puede encarnar un proyecto de renovación política si la corrupción está impregnada hasta la médula de sus prácticas internas? ¿Cómo esperar que este partido, en caso de ser gobierno nacional, renuncie al abuso cuando sus militantes lo practican de forma reiterada para dirimir sus diferencias?
Mal haría el PRD en esperar que sea la desmemoria lo que le permita alejarse de esta crisis y reaparecer como una opción viable, y sobre todo confiable. Porque el PRD seguirá siendo necesario, pues en un país con las desigualdades que tiene el nuestro la existencia de un amplio partido de izquierda es una necesidad de todos, incluidas las demás fuerzas políticas.
Pero que un partido de izquierda sea necesario no quiere decir que cualquier PRD lo sea.Con una atención pública menor, el partido Alternativa Socialdemócrata ha tenido su propia crisis, que incluyó una asamblea rota por la vía violenta en el Distrito Federal hace dos domingos.
Sin haber sido capaz de desarrollar los méritos para ser considerada lo que su nombre supone —el partido votó sin más la modificación a la ley del ISSSTE, simpatizó con el esquirolaje de los partidos pequeños a la reforma electoral, se alió con el PRI y Nueva Alianza (un partido que es la cara electoral de uno de los sindicatos más corruptos del país) en Veracruz, no se conocen sus tesis en materia de desarrollo económico y equidad social, por ejemplo—, esta joven fuerza política ya acumula los vicios más añejos de nuestros políticos. Es una pena.
Que dirigentes de ese partido hayan decidido recurrir a golpeadores para vencer a sus compañeros recuerda una frase del escritor Manuel Rivas: hay quien, con tal de escalar muy alto, desciende a lo más bajo.
ciromurayama@yahoo.com

Rechaza TEPJF quejas en contra de Alternativa

Señala que los ciudadanos inconformes no tenían la razón
Reclamaban su derecho a participar en asambleas

El Financiero en línea

México, 28 de marzo.- En una sesión de apenas unos minutos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desechó seis asuntos relacionados con la asamblea del partido Alternativa Socialdemócrata.
Los magistrados de la Sala Superior consideraron que los quejosos no tenían razón y decidieron de manera unánime descartar las quejas presentadas por diversos ciudadanos que reclamaban su derecho a participar en las asambleas distritales del partido en la capital.
Las quejas fueron presentadas por Gabriela Carrillo Ortiz, Oscar Solórzano Méndez, Rosalinda Avila Selvas, Ana Alejandra Gómez Nuño, José Francisco Rosas Rojas y Dorian Liliana Muñoz Muñoz.
Todos ellos se quejaban de las decisiones tomadas por la Comisión Nacional Autónóma para la elección de órganos de dirección del partido. (Con información de Notimex/RSC)

miércoles, 9 de abril de 2008

Impugna Mercado ante el TEPJF la reelección de Begné

Por: Alejandro Páez | Nacional

El grupo de Patricia Mercado ya impugnó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la asamblea nacional que realizó el partido Alternativa Socialdemócrata el pasado 30 de marzo, donde se reeligió Alberto Begné como su presidente nacional por los próximos dos años.
La Sala Superior del TEPJF dio entrada a las primeras impugnaciones contra los acuerdos aprobados en esa reunión donde solo participaron los integrantes del partido que simpatizan con Begné Guerra y se tomaron, entre otros acuerdos, el de cambiar el nombre del instituto político por el de Partido Socialdemócrata.
De hecho este miércoles el TEPJF resolverá varias de esas impugnaciones que se realizaron a la Asamblea Nacional de Alternativa sobre la forma que se realizó la renovación de su dirigencia nacional y la del Distrito Federal, que ganó Enrique Pérez Correa, vinculado a Begné.
Por su parte un grupo de miembros del Partido Alternativa, denominados "Nueva Mayoría de Alternativa", exigieron a Begné que pida a la Comisión Nacional Autónoma de Conciliación y Justicia Partidaria una investigación a fondo sobre los hechos ocurridos en las asambleas estatales de Guerrero, Tlaxcala y el Distrito Federal.
El grupo encabezado por Diana López Muñoz, Gustavo Ramírez Pedrosa, José Manuel Aspiroz Bravo, entre otros, señalaron que todo lo ocurrido en la renovación de sus dirigencias "genera confusión", por lo cual se requiere una investigación para deslindar responsabilidades y sancionar a los responsables de actos violentos.
"Le exigimos a la Comisión Nacional Autónoma de Conciliación y Justicia Partidaria, busque arrojar transparencia y certeza sobre lo ocurrido. No le tememos a la verdad, reprobamos a quienes dicen tenerla y mienten para avanzar en su agenda.
En Nueva Mayoría rechazamos cualquier forma de violencia. El grupo encabezado por Patricia Mercado ha pretendido sembrar la idea de que la violencia en la Asamblea del Distrito Federal fue iniciada por porros", establecieron en un comunicado.
Uno de los recursos es el de Wilfrido Isasi Salazar Rule, quien en su calidad de vicepresidente del Comité Estatal en Durango, invocó la figura del "per saltum", es decir que usó ese mecanismo para llega al máximo tribunal sin recurrir a los órganos partidistas internos, con el fin de promover el juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano.
A través de esa vía pretende impugnar la instalación, celebración y acuerdos adoptados en la Asamblea Nacional, el Consejo Político Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional de Alternativa Socialdemócrata celebrada el 30 de marzo pasado en la capital.

¿Dan ganas de ser de izquierda?

Por: Ricardo Becerra | Opinión

Ninguno de sus muchos enemigos había logrado infligir tal y tanto daño al Partido de la Revolución Democrática y a Alternativa Socialdemócrata como el daño que ellos mismos se propinaron en sus fatídicas guerras intestinas. Ni las intrigas palaciegas de Fox, ni las orquestadas campañas mediáticas, ni las campañas negativas, ni la maledicencia o los rumores propalados, ni la incomprensión intelectual lo habían hecho: está claro que la izquierda —en sus versiones mexicanas disponibles— es la peor enemiga de sí misma.
Robos de urnas; aparición de actas que dan fe de casillas y votaciones que nunca existieron; suspensión del cómputo de votos; insultos, majaderías, acusaciones de baja laya; asambleas violentas; aniquilación de prestigios personales; estúpidas e inexplicables exclusiones; aparición de golpeadores… conforman el moderno elenco del horror que todavía es capaz de exhibir la izquierda mexicana.
Adolfo Sánchez Rebolledo (quien invirtió su tiempo y su esfuerzo personal en ambos proyectos —PRD y Democracia Social—) se pregunta “¿cuál de las dos crisis es peor?”. Sin duda la de Alternativa, por dos razones: porque obtuvo una amplia votación (1.2 millones de mexicanos) haciéndonos creer que encarnaban una izquierda “de valores”, una izquierda “con ética”, del todo ajena al despiadado pragmatismo tribal; y sobre todo porque el conflicto derivó en la peor de las soluciones: aplastar, apartar e ignorar completamente a una de las corrientes vertebrales, la de la fundadora del partido (la de Patricia Mercado), dejándola sin representación alguna.
En el curso de su enloquecida guerra los dirigentes no repararon en el hecho más elemental: que ese partido creció y se consolidó por la alianza de ambas fuerzas, por su especial “división política del trabajo”: Mercado desplegándose y dando la cara al público en la campaña y Begné frenando los despropósitos del “ala campesina”, el Doctor Simi y dotando de alguna normalidad legal, interna, al partido. Ésa es la historia y eso explica el éxito de Alternativa en el año 2006. Entonces ¿cómo sobrevinieron el pleito y el desastre político de hoy?
Leo y escucho voces que explican la crisis a posteriori, situando el problema hasta febrero y marzo de este año, en el curso de las asambleas estatales y la nacional. Pero no: la catástrofe fue mórbidamente meditada, por ambos bandos y ambos grupos dirigentes, desde comienzos del año pasado, cuando forjaron las absurdas reglas de competencia interna que no lograron otra cosa sino legitimar sus demonios, profundizar sus diferencias y fomentar los odios entre sus militantes.
La invención de la espectral figura de los CAP’s (especie de pequeños soviets formados por veintenas de ciudadanos socráticos que masivamente conformarían las asambleas) sancionó una gran simulación: que las corrientes internas (no son sólo dos) fingieran poseer grandes bases sociales, esgrimidas como argumento para declararse “mayoría” en los cónclaves del partido y desplazar así al adversario. Si hemos de creer en este ejercicio caro y fantasmagórico —insisto, al que gozosamente se entregaron todos los grupos internos— Alternativa (hoy Partido Socialdemócrata), con sus pocos recursos y su corta vida, cuenta con más núcleos de base (13 mil) que el PRD y con un padrón de militantes casi tan grande como el del PAN (¡273 mil socialdemócratas activos!, una hazaña que ruborizaría al homónimo partido sueco, alemán o español).
Así, pues, el origen de la crisis en esa isla de la izquierda mexicana reside en su incapacidad crónica para elaborar acuerdos, en la ausencia de una da las virtudes centrales de la socialdemocracia realmente existente. No tiene ningún sentido descubrir, a estas alturas, que Mercado encarna la añeja práctica de los caudillos políticos mexicanos o que el Presidente reelecto y los suyos fueron incubados en las placentas posrevolucionarias de los sin escrúpulos. A mi modo de ver, el debate no está allí. La frágil formación necesitaba acuerdos, pactos, construcción de puentes, unidad orgánica solamente para ser creíble y para convertirse en un interlocutor serio y válido frente al resto de fuerzas políticas de México.
Esto es lo que no han logrado y lo que no vendrá de una resolución del Tribunal. Su penitencia no es el pleito, sino seguir juntos: reponer procedimientos, enterrar la ficción representativa de los CAP’s y plantear escrupulosamente un método para discutir y ventilar las diferencias.
Es muy probable que sea demasiado tarde. Pero éstos ya lograron lo impensable, lo muy improbable, lo imposible: un millón doscientos mil votos en la elección más polarizada de la historia. ¿Por qué no pedir otro milagro? Pero para que eso tenga lugar los dirigentes deben salir de la enajenación, de su guerra (sólo entendible por su circuito íntimo) y cobrar conciencia de que el “triunfo” sectario de una sola corriente representa el ensuciamiento propio y la derrota de todos, del proyecto, su significado y su historia. Si no lo hacen ¿con qué ganas seguir siendo de izquierda?

ricbec@prodigy.net.mx

Las elecciones internas de la izquierda

Gonzalo Escribano

No cabe la menor duda de que ningún partido en México da la talla. Ni el PAN de Germán Martínez, que llegó por dedazo del Presidente a la dirigencia del partido como candidato único, ni el PRI de Beatriz Paredes que llegó a su puesto con el respaldo de Ulises Ruiz y Mario Marín, entre otros mafiosos, y cuya dirigencia ha sido incapaz de alejarse de las hipocresías de siempre, ni el PRD de “absolutamente nadie” porque no ha sido capaz de declarar un vencedor a 21 días de la elección, entre acusaciones de todo tipo que deslegitiman las acusaciones del propio partido sobre el proceso electoral del 2006. El saldo de la disputa perredista entre Alejandro Encinas –fiel a AMLO- y Jesús Ortega –líder de los Chuchos-, ha sido infame y vergonzoso. Para entender lo que sucede hoy, hay que entender como llegaron los contendientes al día de la elección. La lucha fue entre un grupo cuya propuesta básica era oficializar el poder y posturas de López Obrador y el grupo de los Chuchos que pretendía mantener vivas sus expectativas y capacidad para conseguir puestos o candidaturas compartiendo el poder con los fieles al ex candidato presidencial. Así pues, parecería que los Chuchos no podían perder, sobretodo ahora que están tan seriamente opuestos a un rival que se ha enfrentado hasta violentamente con ellos buscando arrinconarlos. A Jesús Ortega le conviene atrasar el recuento de los votos porque le favorece el desgaste público del partido para poner en evidencia a su competidor.

Solamente de esa manera, los Chuchos serán capaces de conseguir sus objetivos: ya no pueden ceder más espacios a AMLO. De hecho, una derrota de Encinas no tendría nefastas consecuencias para AMLO y sus correligionarios porque no conviene a Ortega alejarse de lo que el tabasqueño, que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de salir a otro partido, representa en términos de liderazgo y movilización. Encinas y Ortega debieron haberse sentado a negociar a tiempo, ahora es el PRD quien pagará las consecuencias de sus intransigencias. Mientras tanto, AMLO sigue llenando plazas, y aunque ésta no sea la mejor estrategia para reconstruir su debilitada credibilidad, en un concierto de político-dinosaurios, es el único contrapeso real al PAN y al PRI, que tampoco son emblemas de honestidad y democracia.

Por otro lado, la otra izquierda, la que daba luces de seriedad, cambio y credibilidad ahora ha vuelto a desvanecerse. Alternativa Socialdemócrata fue víctima del más repugnante golpe, cuando Alberto Begné, como presidente del partido y candidato a ocupar por cuatro años más la presidencia del CEN del partido, asesinó la candidatura a la misma elección de la más férrea impulsora de la socialdemocracia mexicana Patricia Mercado. Alberto Begné nunca entendió lo que era

Alternativa, ni sus causas ni sus valores fundacionales. Entre alianzas con el PRI, el menosprecio a las leyes de tercera generación, amistades estratégicas con Beltrones y Jesús Ortega y la utilización de porros para acallar y apalear a sus rivales, Alternativa dejó de ser lo que su nombre indicaba. Ricardo Raphael, Miguel Ángel Granados Chapa, Raúl Trejo Delarbre, Jorge Javier Romero, Sabina Berman, Mauricio Merino, entre otros, han dedicado sus espacios a denunciar el

vulgar despojo de Alternativa. Me toca agregar que Alberto Begné es un mediocre. Tuvo dos opciones: (1) Hacerse del partido a la mala para controlar su aparato burocrático y quedarse como partido satélite involucrado con la vieja clase política, un partido que no aspira a crecer ni a representar sino a vivir del sistema o (2) pudo haberse aliado con Patricia Mercado, quien siempre le ofreció caminar juntos, y jugársela a fortalecer la izquierda Alternativa ante el desprestigio

del PRD, conseguir más y más adeptos para mantener el registro en 2009 y fortalecer la imagen rumbo a las siguientes elecciones presidenciales. Los que votamos por Patricia Mercado en 2006, poco más de un millón de mexicanos, lamentamos que la mediocridad de Begné nos haya dejado sin un partido con voluntad de cambio y de evolución.

Estoy convencido de que construiremos una vez más un refugio para los que estamos hartos de esa clase política, que gobierna (PRD, PRI, PAN y asociados) México y a la cual se acaba de agregar Alberto Begné Guerra y su malamente llamado Partido Socialdemócrata. Un millón de convencidos demócratas no es poca cosa para dar lecciones de democracia y de civilidad a los mismos de siempre.

Insiste Simi en registro a grupo Por un País Mejor

CUERNAVACA. El llamado doctor Simi no pierde las esperazas de participar en política electoral. Este sábado, el principal operador de Víctor González Torres, Víctor José García Lizama estuvo de gira por Morelos e informó que todavía continúa el trámite en el Instituto Federal Electoral (IFE) para el registro del grupo Por un País Mejor, como agrupación política nacional (APN).
En entrevista posterior a la presentación de sus delegados distritales en Morelos, García Lizama sostuvo que han cumplido con todos y cada uno de los requisitos que la ley establece para crear una APN, pero que aún no ha sido resuelta por el pleno de los consejeros electorales. Refirió que Morelos dio muestra de su capacidad de organización, por lo que será el primer estado en que se designe a los comités distritales y se tome como ejemplo a nivel nacional para continuar con el desarrollo de su estructura política rumbo a su constitución como partido político después de 2011.
Se pronunció por la desaparición del financiamiento público a los partidos e invitó a los institutos políticos morelenses a respetar dentro de la reforma electoral local que se cocina en la Mesa para la construcción y el avance democrático, las disminuciones presupuestales que se establecieron en la reforma federal electoral, así como incluir en la reglamentación mayores medidas de fiscalización al ejercicio de las prerrogativas.
Destacó que uno de los objetivos fundamentales de Por un País Mejor como asociación política es estimular la participación activa de la ciudadanía en la vida política, social y económica del estado. Expuso que las herramientas de participación ciudadana como las consultas públicas, el plebiscito y referéndum, no tienen mayor futuro porque carecen de credibilidad y seriedad.
Finalmente aseguró que las instituciones que deberían regular el uso de estas figuras, se han visto manchadas por la corrupción o la inclinación hacia filiaciones políticas que las utilizan como herramientas de ataque, por lo que ya no son una opción confiable de participación

Advierte Patricia Mercado que recuperará al partido Alternativa

Arturo Jiménez/ Agencia EL UNIVERSAL
El Universal
Ciudad de México
Jueves 03 de abril de 2008

16:26 Patricia Mercado, una de las fundadoras del Partido Alternativa Socialdemócrata, hoy llamado solamente Socialdemócrata, dijo que buscará recuperar ese instituto político para todos aquellos que lo construyeron y votaron por esa opción política.

Advirtió que los estatutos son claros al señalar que quien presida el partido puede ser removido en el momento en el que 60 por ciento de los consejeros políticos nacionales, que se reúnen por obligación cada 6 meses, lo decidan.


“No estoy dispuesta a integrarme a otro partido si Alternativa Socialdemócrata no responde a sus compromisos”, advirtió al considerar que hay muchas cosas por hacer, como el construir un proyecto político y ciudadano más allá de un aparato burocrático que ya no responda a las causas ciudadanas.

En una entrevista digital con lectores de ELUNIVERSAL.com.mx donde hubo más de 10 mil visitas y 238 preguntas -de las cuales sólo contestó 15-, la ex candidata presidencial dijo que seguirá impulsando un movimiento ciudadano para transformar la política, que responda a las necesidades de la gente y no a los intereses de los políticos.

"Yo en eso seguiré con partido o sin él”, afirmó.

Mercado sostuvo que Alternativa Socialdemócrata perdió identidad al incluir en su nueva dirección a personajes ligados a los partidos tradicionales como el ex perredista Ramón Sosamontes o el ex priista Miguel González Compeán.

El relevo de la dirigencia en el Partido Alternativa Socialdemócrata está en los tribunales. Patricia Mercado y Alberto Begné, reelecto como presidente nacional el pasado 30 de marzo, disputaron la dirigencia en un proceso lleno de irregularidades.

La ex candidata presidencial impugnó la asamblea del Distrito Federal del 16 de marzo pasado al acusar que simpatizantes de su corriente fueron expulsados de manera violenta por un grupo de “porros” que controla el diputado local Enrique Pérez Correa.

Desde 2007 Mercado y Begné sostienen una pugna por el control de Alternativa. La confrontación entre ambos liderazgos inició por la política de alianzas que Begné sostuvo con el PRI en Veracruz y en Oaxaca; y porque, de acuerdo con los mercadistas, el partido habría perdido el capital político que los llevó a conseguir más del 2% de la votación federal en 2006.

Ante la pregunta de si estaría dispuesta a pactar con Alberto Begné y así evitar una fractura al interior del partido, Mercado acotó: “Debemos esperar lo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determine, y si esto nos permite seguir estando seguiremos, lo importante es tener espacios de deliberación y toma de decisiones con pleno respeto a las minorías y sus posiciones”, afirmó.

Indicó que el TEPJF tiene en sus manos la posibilidad de regresar la política a los partidos y sacar la violencia los golpes burocráticos que aplastan los derechos de los militantes.


Patricia Mercado negó la autoría de una carta publicada en la columna Itinerario Político del periodista Ricardo Alemán en EL UNIVERSAL, en la que se le atribuye la intención de controlar al partido y mantenerse como candidata presidencial de cara hacia los comicios de 2012.

“La carta ha sido cambiada, refleja mas a Alberto Begné, a sus ambiciones y cambio de rumbo que a lo que yo realmente escribí. El tendrá que demostrar su autenticidad yo la niego”, dijo.

Ante la crítica de enarbolar un “supuesto proyecto de izquierda” y utilizar su posición de mujer para vivir del presupuesto público creando partidos políticos, Mercado defendió que en todos los partidos hay gente decente que vive de su trabajo.

Sobre México Posible, antecedente de Alternativa, Patricia Mercado dijo que nada se construye de la noche a la mañana. “Yo sólo construí México Posible, y después presidí Alternativa solo seis meses cuando todavía no tenía financiamiento, después entregué no solo la presidencia también finanzas, y todos los espacios de decisión”, aclaró.

Cuestionada sobre dónde y cómo se ve en el 2012, Mercado afirmó que estará en ese proyecto político para terminar con la vieja cultura política. “Es una tarea de mediano y largo plazo, de resistencia, no de velocidad”, apuntó.

Alternativa, otra crisis en la izquierda

ALBERTO MORALES
El Universal
Miércoles 26 de marzo de 2008
alberto.morales@eluniversal.com.mx

El Partido Alternativa Socialdemócrata (PAS) renovará el domingo sus órganos de dirección nacional bajo una profunda crisis, y cuya elección podría resolverse ante los tribunales.

Patricia Mercado y Alberto Begné, quienes aspiran a la dirigencia del partido, se acusan mutuamente de incurrir en irregularidades en el proceso, que van desde la compra de delegados y amenazas, hasta agresiones físicas.

La ex candidata presidencial se quejó de que en la pasada asamblea en el Distrito Federal, ella y los delegados simpatizantes a su corriente, fueron expulsados de manera violenta por un grupo de “porros” que controla el diputado local Enrique Pérez Correa.

Con lo cual, dijo, prácticamente se canceló su posibilidad de ser delegada y competir por la dirección nacional del PAS, como lo marcan los estatutos.

Por ello, Mercado acudió ayer al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para impugnar la asamblea del Distrito Federal del 16 de marzo pasado.

Y mientras el Tribunal resuelve la impugnación, Begné se perfila como único candidato en la elección interna del próximo 30 de marzo.

Mercado culpó además a María Elena Homs, presidenta de la Comisión Nacional Autónoma para la Elección de Órganos de Dirección, de validar todas las irregularidades que se han presentado en la elección interna.

Además declaró que no abandonará el partido y no que se mantendrá en pie de lucha por el proyecto de Alternativa.

En su momento, la dirigencia nacional del PAS, lamentó los hechos del domingo 16 de marzo, pero acusó a la expresión de Mercado de intentar controlar la mesa de la asamblea de manera “violenta”.

Desde 2007, Patricia Mercado y Alberto Begné, sostienen una pugna por el control de Alternativa. La confrontación entre ambos liderazgos inició por la política de alianzas que Begné sostuvo con el PRI en Veracruz y en Oaxaca; y porque de acuerdo con los mercadistas, el partido habría perdido el capital político que los llevó a conseguir más del 2% de la votación federal en 2006.

Problemas de origen

Alternativa surgió en el año 2005 como resultado de la asociación de dos Agrupaciones Políticas Nacionales (APN): Sentimientos de la Nación, de Rafael Piñeiro, e Iniciativa 21, de Jorge Carlos Díaz Cuervo.

Al obtener su registro bajo el nombre de Alternativa Socialdemócrata y Campesina, con Alberto Begné, al frente del Comité Ejecutivo Federado e Ignacio Irys Salomón, como vicepresidente, eligieron a Patricia Mercado para competir en la elección presidencial de 2006.

Pero el ala campesina que encabezaba Irys Salomón, desconoció la candidatura de Mercado e impulsó al empresario farmacético Víctor González Torres, el Doctor Simi.

Luciano Pascoe, entonces cordinador de campaña de Mercado, señaló que la crisis interna derivó en que el Instituto Federal Electoral (IFE) cerrara el financiamiento público al partido, juicios ante el tribunal electoral, y querellas judiciales. “Pero todo se asumió en favor de la candidatura de Mercado, incluso dejamos a su suerte las campañas al Congreso y en los estados ”, apuntó.

Guadalupe Villaseñor, secretario de Finanzas, indicó la campaña presidencial se hizo a crédito. Pero el mayor desfalco financiero, agregó, se registró durante la administración de Antonio Rodríguez , del ala campesina, que recibió 16 millones de pesos por concepto de recursos de campaña que hasta la fecha están “desaparecidos”.

El año pasado el IFE sancionó a Alternativa con más de 15 millones de pesos por irregularidades detectadas en sus informes anual y gastos ordinarios de 2006.

Para salir de las deudas, Alternativa adquirió un crédito por 60 millones de pesos con el Banco Interacciones, que todavía se están pagando, dijo el encargado de finanzas.

De acuerdo con los informes financieros del partido, el conflicto interno ha pegado en las arcas de Alternativa.

En la disputa, las dos corrientes optaron por tener un notario público en cada consejo político; en 2007 se llevaron a cabo ocho. “Un servicio notarial nos cuesta más de 200 mil pesos. La desconfianza cuesta y mucho”, dijo Villaseñor.

Aseguró que la Comisión Nacional Autónoma para la Elección de Órganos de Dirección, representa un gasto importante, pues tiene una nómina de 210 personas, que cada mes significan 517 mil pesos por cuotas al IMSS.

…socialdemócrata…

Ricardo Raphael


Patricia Mercado Castro, candidata presidencial en el 2006, ha sido fatalmente expulsada de la dirección de su partido. En un eficaz intento por sacarla de Alternativa Socialdemócrata, la actual dirección de esa fuerza política no escatimó ánimo, esfuerzos, ni recursos.

El escritor español Javier Marías advirtió recientemente que en los combates políticos las reglas de la caballerosidad tienden a relajarse. En este caso particular ocurrió algo un poco más drástico; tales reglas desaparecieron.

Con la expulsión de Mercado y de los suyos de esta expresión partidaria poco o nada quedará de novedoso, opcional o diferente. La dirección encabezada por el señor Alberto Begné Guerra habrá logrado cambiarle por segunda vez el nombre a su partido: primero se le sustrajo el apellido “y Campesina” y ahora el término “Alternativa”. Conforme siga esta tendencia es de suponerse que pronto se estarán peleando en ese territorio los sociales contra los demócratas.

La vida dentro de los partidos es muy enredada. Y si éstos se dicen de izquierda —como bien se sabe en el PRD— las cosas suelen ser aún peores. Con todo, sirvan algunas piezas de este rompecabezas para ofrecer criterios de discernimiento.

Hace a penas un par de semanas el vicepresidente de esa fuerza política, Jorge Wheatley Fernández, envió una carta desesperada a los militantes socialdemócratas donde dejaba en claro que el proceso interno para la constitución de la nueva dirección había perdido el rumbo:

“El proceso hacia la Asamblea Nacional no se ha traducido en un esfuerzo por atraer … a ciudadanos auténticos y para construir, desde la base, órganos de ciudadanos libres. (Se) ha recurrido a fórmulas de la vieja política, precisamente lo que este partido se propuso combatir.”

Este funcionario hizo obviamente referencia al uso indiscriminado de recursos clientelares y de alianzas políticas —a la postre muy costosas— que se han utilizado, no sólo para apropiarse de la nueva dirección sino para eliminar al adversario.

Con algo de ingenuidad pero sobre todo con mucha desesperación, Wheatley concluyó su comunicado con lo siguiente: “Este esfuerzo es el producto de más de una década de lucha, organización y propuesta… Alternativa Socialdemócrata no le pertenece a nadie, a ningún grupo y a ninguna personalidad.”

El vicepresidente se engaña. A él personalmente le tocó escuchar cuando Begné advirtió a quien esto escribe que en su entendimiento de las cosas eran irrelevantes los esfuerzos emprendidos antes de Alternativa.

Lo dijo con toda transparencia y pulcritud. Sin engaños, pues: la tradición que comenzara con Democracia Social y que luego se continuara con México Posible no tendría cabida en Alternativa mientras él estuviera al frente del partido.

De esa identidad previa le estorbaban en particular dos cosas: lo que Begné llamaba, con tono de menosprecio, la agenda “pinky”, y la dificultad para sacar adelante su muy personal estrategia política de alianzas.

Por agenda pinky Begné agrupa los temas relativos al respeto de la diversidad social y a la lucha por la igualación de las libertades que se hubieran promovido, tanto en la contienda del 2000 como en la del 2003.

Mientras hacía mofa con el término, olvidó Begné la difícil batalla que antes suyo se hubiera librado para legislar en contra de la discriminación, y también menospreció las banderas de Alternativa que el diputado Jorge Calrlos Díaz Cuervo hondeó en el Distrito Federal con respecto a la despenalización del aborto y a las uniones de hecho.

Un segundo tema que hizo de la ex candidata presidencial un elemento incómodo para la política de la actual dirección partidaria fue el asunto de las alianzas electorales. De acuerdo con el grupo encabezado por Begné, nada tenía de contrario a los principios del partido, o al voto emitido por los electores de Alternativa en el 2006, adoptar una política de alianzas a conveniencia.

En su día se valoró como políticamente astuto, por ejemplo, que Alternativa acudiera a las elecciones locales de Veracruz con el PRI (y en asociación con el gobernador Fidel Herrera). No importó que esta sociedad no diera a Alternativa una sola curul en el Congreso del estado. La coalición propuesta se hizo, según denunció Mercado, a cambio de recibir un millón de pesos mensuales.

Lo verdaderamente censurable del hecho fue que, mediante triquiñuelas burocráticas, se excluyó intencional y explícitamente a la ex candidata presidencial y a un grupo de dirigentes, de la deliberación y votación referida. En este episodio Begné mostró sin ambages su talante demócrata y también su estilo personal para dialogar.

La actual dirección decidió hace mucho tiempo que los primeros fundadores de Alternativa eran prescindibles. No solo Patricia Mercado, sino otros varios que habían participado antes en ese esfuerzo. Al más viejo estilo se eliminó el disenso por la vía de la erradicación de las voces que lo portaban.

Contrario a lo que Wheatley deseaba hace un par de semanas, ese partido sí le pertenece a alguien, a un grupo, a quien con sus convicciones excluyentes no reviso uno sólo de sus escrúpulos personales a la hora de arrollar a Mercado. Aquella candidata que en el 2006, gracias al respeto público que despertó, lograra ratificar el registro para Alternativa.

Fin de una historia que, durante diez años, llevó a que se confeccionara una nueva opción partidaria para el país. Este bastión se ha convertido en otra cosa distinta a lo que originalmente quiso ser.

Begné logró su cometido. En la Asamblea Nacional a celebrarse el próximo fin de semana Patricia Mercado no asistirá como delegada. Habrá sido rudamente defenestrada. Se trata, por cierto, de la misma mujer que un día pidió a los socialdemócratas un voto de confianza a favor de Alberto Begné, para que este político mexicano presidiera su partido.

El dirigente ha hecho gala de su oficio para marginar y luego para aplastar a quienes pensaban distinto a él. Actitud que no tiene nada de notable —mucho menos de astuta— si de un lado se cuenta con los recursos públicos que el IFE entrega a la dirección y, del otro si se carece de esmero moral a la hora de aliarse con el diablo.

Es una lástima.



Analista político

El más reciente drama de la izquierda

Por: Ricardo Becerra | Opinión


Hace 15 años, los sociólogos de la Universidad de Colonia, Erwin y Ute Scheuch, elaboraron una especie de reporte sociológico con el feo título de Pandillas, camarillas y arribismo (Véase Juan Linz. Partidos políticos, viejos conceptos y nuevos retos. Trotta, 2007). Peor y pesimista era su tesis central: en las democracias modernas, los partidos establecidos están produciendo un fenómeno aciago, contrario a las teorías clásicas del ascenso y la selección política, pues en el camino, en su triturante dinámica interna, no llegan los mejores sino que se van quedando los menos competentes, los de menor capacidad que, al carecer de alternativas en la vida profesional o civil, suelen sobrevivir en el partido merced a su fidelidad, tenacidad y constancia. Junto con ellos, se quedan también los más inmorales, los más inescrupulosos, los trepadores puros y duros, hábiles forjadores de clanes cerrados que no dudan en echar mano de cualquier añagaza para alcanzar su promoción.
No son todos ni es absolutamente generalizable, pero el estudio si daba cuenta —estadística— del dominio del “bajo clero”, de la hegemonía de los cuadros menos relevantes y de como sus aspiraciones e instintos (casi siempre con el horizonte puesto en el propio cargo, en su propio ascenso) determinan el discurso, el programa, la práctica y al final, la imagen pública del partido. Y esa es la fuente, la verdadera fuente, decían los Scheuch, de la crisis de legitimidad de los partidos democráticos en todo el mundo. ¿Es posible no reconocer un fenómeno similar ahora, en plena crisis de la izquierda mexicana? ¿En su partido principal el PRD, lo mismo que en la opción —nueva política mediante— apenas nacida, Alternativa Socialdemócrata?
Los testimonios que se leen en la prensa, de uno u otro lado, son deprimentes, inaceptables, a ratos, alucinantes. La elección del PRD, el poderoso partido que denunció un fraude pavoroso en 2006, está trabada por otro fraude que, según sus propios dichos, viene de su contrincante interno. Robo de paquetes electorales, alteración del padrón, interrupción de la información, compra y coacción de militantes, pactos indecibles con gobernadores de otros partidos, integran el menú de una elección y de una organización que, en las severísimas palabras del ingeniero Cárdenas, “está traicionando a sus muertos… sucio y lastrado por las violaciones a sus reglas internas y los vicios en las conductas de muchos de sus dirigentes y militantes, pierde su condición de instrumento de lucha por la soberanía de la nación y por la democracia”.
Simultáneamente, la otrora promisoria Alternativa, cuyas corrientes y dirigentes están integrados por mujeres y hombres posgraduados en las mejores escuelas del extranjero, cuya oferta central era la de una renovación, a salvo de la política del acarreo, escenificaron una asamblea de baja laya, con todos los vicios (golpes y heridos incluidos) de los que dicen abjurar.
No es solo un drama de la izquierda, sino la expresión de una cultura política nacional que sigue estando atrás, muy atrás, de las exigencias del pluralismo y la democratización. Ganar cargos, salvar el presupuesto y prerrogativas se convirtió en suprema razón de ser y todo quedó subordinado a su obtención, incluyendo ideario, programa, ética, verbos y modales.
Es posible que Alejandro Encinas sea el político más competente de la izquierda, pero el lastre de su cercanía con el bejaranismo devino demasiado pesado hasta cancelar su llamado a una “izquierda de valores”. Lo mismo pasa con López Obrador, cuya cercanía con esas corrientes, le derrumba el discurso de la honestidad, la lucha contra la corrupción y la defensa de los intereses nacionales. O Jesús Ortega, cuyo ánimo de diálogo y modernización programática, se cae por el sostén de redes clientelares (llamadas corrientes) sin más interés que la propia porción de poder local. Ni que decir de Alternativa, incapacitada genéticamente para forjar un acuerdo, y que en su lucha fraticida ha convocado a los peores brujos y criaturas de las catacumbas del autoritarismo mexicano.
La pregunta de fondo, lo que constituye el drama mayor de estos días es: ¿por qué la izquierda no puede y no sabe ser democrática? Quizá con realismo, Arnaldo Córdova escribió en La Jornada, que así es el país y así la izquierda. Soy de los que se resisten a creerlo y aceptarlo. Aquí hay un problema mayor instalado en el corazón de la política y de la cultura nacional.
Si algo la izquierda (antes del pandemonium ideológico que nos trajo la transición), es ser una referencia positiva de gobierno y un rechazo ético, real, práctico, a la corrupción y sus innumerables expresiones. Esto es lo que se ha descalabrado en los últimos días, las últimas noticias del drama de la izquierda.

ricbec@prodigy.net.mx

Presuntos porros revientan la asamblea de elección en el PAS

■ El partido, botín que “representa 150 millones de pesos al año”: Mercado

Elizabeth Velasco C.

Un grupo de porros reventó a golpes la asamblea que efectuaba ayer el Partido Alternativa Socialdemócrata (PAS), en la cual se votaría el consejo político estatal, delegados a la asamblea nacional –que a su vez designarían al presidente nacional del instituto– y la dirigencia en el Distrito Federal.

Decenas de hombres y mujeres portando cachuchas blancas con el logotipo del partido arribaron a las instalaciones del hotel Crowne Plaza, sede Insurgentes, alrededor de las 14 horas, cuando en un salón del primer piso los grupos que se disputan la dirigencia del PAS discutían acaloradamente por presuntas irregularidades en la votación.

Los seguidores de Patricia Mercado, ex candidata presidencial de ese instituto, protestaban porque en la lista de asistencia había registrados 224 delegados, pero al momento de contar los votos los resultados arrojaban un total de 331, de los cuales 170 eran en favor del grupo de Alberto Begné, y 161 para los de Mercado.

Cuando el grupo de Mercado se opuso a ese resultado y exigió un recuento, el grupo denominado Nueva Mayoría quiso tomar el mando de la asamblea, momento en el cual irrumpieron los porros, quienes empezaron a aventar sillas y botellas de plástico con agua hacia los seguidores de Mercado, quienes salieron corriendo del lugar.

Mientras los hechos de violencia ocurrían en un primer piso, otro grupo de porros se apostó en las entradas del hotel, impidiendo el paso a cualquier persona y a representantes de los medios de comunicación, contra quienes también se mostraron amenazantes, mientras con las manos cubrían el lente de algunas cámaras.

Jessica García, Ana Carolina Pulido Mena y otros del grupo de Mercado sufrieron contusiones múltiples.

Uno de los hombres del equipo de seguridad del hotel, Ángel López, protegió a los porros –a quienes les llevaron unas camisetas negras que posteriormente vistieron– y pidió a los representantes de los medios de difusión que se alejaran del lugar, por “ser propiedad privada”.

Varios seguidores de Mercado salieron despavoridos del salón donde se efectuaba la asamblea; otros se congregaron en la parte trasera del hotel, mientras el grupo de Begné continuaba con la asamblea.

Al lugar arribaron patrullas, a petición de la propia Mercado, quien –ya en un lugar seguro– responsabilizó de los hechos a Alberto Begné, José Carlos Díaz Cuervo, Enrique Pérez Correa y otros.

Destacó que el PAS se ha convertido en un botín que “representa 150 millones de pesos al año; es una franquicia para dar y repartir; se han dado alianzas espurias para tener más dinero y puestos. Lamentablemente Begné perdió el rumbo, la perspectiva de algo que prometimos en el sentido de una alternativa real para la ciudadanía, y lo que pasó ahora es algo tremendo”.

Mercado señaló que impugnarán la validez de la asamblea ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, luego de que presentaron la denuncia por los hechos de violencia en el Ministerio Público número 31 de la delegación Benito Juárez

Verde Ecologista y Panal mantendrán su registro en Tamaulipas

Verde Ecologista y Panal mantendrán su registro Este miércoles el Comité Estatal Electoral únicamente confirmará la pérdida de la acreditación del PAS y de Convergencia.


Cd. Victoria.- Los partidos políticos de Nueva Alianza (Panal) y Verde Ecologista de México serán “perdonados” y finalmente mantendrán su acreditación ante el Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas (Ieetam) y por ende, el acceso a las prerrogativas que establece la ley.

En base al proyecto de acuerdo que será presentado para su aprobación este miércoles en la sesión extraordinaria, el Consejo Estatal Electoral (CEE) únicamente confirmará la pérdida de la acreditación del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, así como de Convergencia, al no haber obtenido el dos por ciento de la votación total emitida, en el proceso electoral ordinario 2007.

De acuerdo al resolutivo, Alternativa obtuvo un total de cinco mil 28 votos en la elección de diputados por el principio de mayoría relativa que se traduce en un 0.44 por ciento de la votación total emitida, mientras que Convergencia seis mil 889 votos, es decir el 0.61 por ciento, porcentaje inferior al dos por ciento exigible en el Código Electoral.

En consecuencia los dos partidos dejarán de gozar de los derechos, prerrogativas y financiamiento público previstos en las normas vigentes y ante el CEE, hasta en tanto no obtengan su acreditación en los términos del Código Electoral para el estado de Tamaulipas.

En la misma resolución, el Consejo Estatal Electoral declara que el Partido Verde y Panal, mantienen su acreditación ante el Ieetam, al haber sobrepasado el porcentaje del dos por ciento de la votación estatal requerida para tal efecto, al igual que el Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) Finalmente, el Partido Verde obtuvo once mil 118 votos, es decir, un 6.53 por ciento de la votación total emitida y el de Nueva Alianza un 3.94 por ciento, producto de 16 mil 695 sufragios

Enrique Pérez Correa, presidente de Alternativa DF

Enrique Pérez Correa toma protesta como presidente de Alternativa en el DF; el presidente saliente, Jesús Robles Maloof, se niega a entregar instalaciones

CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 18, 2008.-Enrique Pérez Correa, diputado local de Alternativa Socialdemócrata, tomó posesión como presidente de este partido en el Distrito Federal.

El presidente saliente, Jesús Robles Maloof, se negó a entregar las instalaciones bajo el argumento de que Pérez Correa había sido electo en una Asamblea en la que se registró violencia el domingo 16 de marzo.

"Yo soy presidente del partido hasta este momento, si Enrique Pérez Correa quiere ser presidente, pues que gane en la asamblea, que gane sin porros”, dijo Robles Maloof.

Los simpatizantes del legislador lograron que se les permitiera el acceso a las instalaciones luego de una llamada a la empresa de seguridad que resguarda la sede del partido.

Pérez Correa aseguró que sus contrincantes lo tienen amenazado, y dijo que sus adversarios pueden recurrir a las instancias electorales para impugnar su designación.

"A mi me tienen amenazado desde hace más de un mes”
- ¿Qué tipo de amenazas?
“De muerte… hoy también me retrasé un poco porque terminé la nueva declaración bajo las amenazas de Jesús Robles”, dijo Pérez Correa.

A esta toma de posesión asistió el coordinador de Alternativa en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Jorge Carlos Díaz Cuervo, y el representante de ese partido ante el IFE, Luciano Pascoe.

noticierostelevisa@esmas.com.mx

El tiempo de la canalla

Gustavo Gordillo
Madrugando. Un potencial candidato a la Presidencia dice a un diputado: nos consta que en México el sufragio no existe, existe la disputa violenta de los grupos que ambicionan el poder. Esa es la verdadera Constitución mexicana; lo demás, pura farsa. Pero como nuestras mismas disputas tienen sus reglas y son, en medio de todo, susceptibles de cierta decencia, me propongo no disparar el primer tiro. El diputado le responde: pero un punto me parece merecedor de más amplios desarrollos, el de las reglas posibles en nuestras contiendas públicas. La regla la daré, desde luego, en una sola: en México, si no le madruga usted a su contrario, su contrario le madruga a usted. Casi estaría uno tentado a encontrar este diálogo entre el grupo dirigente que organizó el asalto a Alternativa Socialdemócrata. Pero no, se trata del diálogo magistral surgido de la pluma de Martín Luis Guzmán hace 70 años.

Descomposición y quiebra moral. Tanto el asalto a Alternativa como los desarreglos y choques al interior del PRD tienen una matriz común. Hay intervenciones de poderes nacionales y locales alrededor de algunos gobernadores y políticos de otros partidos, pero son, sobretodo, el resultado de dos fenómenos. La descomposición de la sociedad, producto de décadas de estancamiento económico y políticas económicas que han dañado al tejido social. Y una constante y sistemática renuncia de las izquierdas al basamento moral y ético de la política en democracia. La idea de la política como mercado, donde se intercambian bienes públicos privatizados y el grito de guerra de los nuevos rufianes de la alternancia: así es la política. Ambas constituyeron el sedimento material a partir del cual se han montado los bochornosos espectáculos de esta Semana Mayor.

La maquinaria del fraude y el acarreo. En la alternancia quedan intactos los resortes del poder del corporativismo. También quedan intactas las maquinarias del acarreo y el fraude electoral. Su papel durante los 70 años del régimen de partido dominante no sólo era suplantar la voluntad popular, sino también asegurarse la lealtad de los electos al aparato político. Modernizada gracias al influjo de los recursos públicos, convertida en redes profesionales al servicio del mejor postor y con exiguas lealtades partidistas, reforzada eso sí con el conocimiento técnico de un pequeño núcleo de ex funcionarios de organismos como IFE, Trife y transfigurada en despachos profesionales; esta maquinaria, que prolifera por todo el país, ha jugado el papel que siempre tuvo, sólo que ahora en el marco de un débil sistema de partidos.

El asalto a Alternativa. El domingo pasado, en la ciudad de México, Alberto Begne, presidente del partido y y ex funcionario del IFE ,junto con otros miembros de su corriente, decidieron el abordaje de la asamblea local de Alternativa Socialdemócrata, como culminación de la serie de ataques emprendidos por todo el país, con el propósito de apoderarse del partido y echar por la borda el compromiso con los más de un millón de ciudadanos que votaron por Patricia Mercado en 2006. Sabiéndose minoría y en connivencia con funcionarios venales de la supuestamente autónoma comisión encargada del proceso interno, consumaron el asalto usando a una banda de golpeadores a sueldo, que irrumpió en el salón para echar a golpes todos los partidarios de Patricia Mercado. No respetaron a mujeres ni condiciones físicas desventajosas, ni el hecho de que hubiera niños en riesgo dentro del salón.

Asaltar proyectos políticos auténticos, desnaturalizarlos a partir de la violencia, es una vieja tradición de esa política que describió Martín Luis Guzmán en La sombra del caudillo. También lo es la resistencia ética y moral de quienes rechazan la política de las chicanerías y entienden que la transición democrática no se consolidará sin el desarrollo de una ética política que asuman incondicionalmente las izquierdas.

La disputa por el pastel

Publicado en Milenio Diario
Paradójicamente, ahora que los partidos son más importantes y poderosos padecen, en mayor o menor grado, graves dificultades en su vida interna. Este domingo pasado, el PRD eligió —o eso parece— su dirección nacional. Los resultados hasta hoy plantean, una vez más, duda sobre la confiabilidad de sus procesos internos. Al PRD, desde su origen, se le ha dificultado la democracia en su seno; lo diferente ahora es que el desenlace tiene una fuerte cuota del futuro, el de todos, no sólo el de sus militantes o simpatizantes. La reconciliación no debe construirse a costa de la legalidad, la que es difícil de resolver si las irregularidades son tan serias como se ha revelado. La nulidad del proceso interno es la opción. Es revelador, contrario a lo establecido en la reforma electoral, que es el Tribunal Electoral la instancia para dirimir la diferencia. De cualquier manera, no deja de extrañar la intransigencia del discurso hacia afuera y la descomposición hacia adentro.

En perspectiva, ningún partido puede presentarse como modelo de democracia. El PAN, a diferencia del PRD, de inicio pudo resolver la competencia interna sin comprometer la cohesión y su credibilidad. En 1975 la rigidez de sus reglas impidió presentar candidato presidencial. Se aprendió y pudo lograr un crecimiento importante en años posteriores. En 1999 inicia un proceso que revierte este rumbo fundacional de democracia interna, al abrir espacio a la designación de candidatos por aclamación; sin embargo, recuperó este sentido de democracia al elegir a su candidato presidencial en 2005 a través de un ingenioso proceso de elecciones primaras. Lamentablemente, no sirvió como precedente para la designación de su dirigencia nacional dos años después, regresando el precedente de las unanimidades por aclamación.

El PRI inauguró las elecciones primarias para la definición de candidatos. La primera experiencia ocurrió en Chihuahua al designar candidato a gobernador, cuando el PAN con Francisco Barrio gobernaba la entidad. En la determinación contribuyeron los resultados adversos en Zacatecas y Aguascalientes, los que hicieron evidente que la forma tradicional de definición de candidatos hacía vulnerable al partido en la elección constitucional, con frecuencia frente a un priista desafecto. El resultado en Chihuahua fue satisfactorio en la medida en que prevaleció la unidad, en buena parte mérito de Artemio Iglesias, candidato no favorecido, quien dejó una lección de lealtad y civilidad, lo que facilitó que el PRI regresara al poder. Este tipo de procesos no tuvieron los mismos resultados como quedó evidente en Baja California Sur, Nayarit y Tlaxcala. La causa mayor fue el intervencionismo de la estructura de gobierno local en la elección interna.

El paso más significado en democracia interna del tricolor lo constituyó la elección de su candidato presidencial a finales de 1999. En el proceso participaron 10 millones de ciudadanos, casi un millón de votos más que los que obtuviera seis años después el candidato presidencial Roberto Madrazo. Sin embargo, la derrota en la elección de 2000 dio fuerza a la idea de que la democracia interna debilitaba y dividía. Esto explica que prevalezcan, con singulares excepciones, fórmulas no democráticas para la elección de candidatos. La dirigencia nacional fue elegida a través de electores por los consejos políticos estatales, resultado legitimador y consecuente con la voluntad de la mayoría de los priistas, sin embargo, lamentablemente en muchos estados prevaleció el alineamiento de los consejeros con la postura del gobernador tricolor.

Los partidos pequeños no han podido desarrollar procedimientos de democracia interna que los muestren como opción respecto a los tres mayores. Incluso el partido Alternativa Socialdemócrata vive una disputa por la dirección nacional, así como por el sentido de proyecto que le dio razón de ser.

Ahora que los partidos son más importantes, sus dirigencias no han hecho mucho para acreditarse en esa condición. Se han olvidado de ser soporte al proceso democrático y de libertades políticas para ser usufructuarios de las nuevas condiciones de la democracia. Las dirigencias han resentido que el IFE y el Tribunal Electoral sean las instancias que aseguren la legalidad y la democracia en los partidos; con la reforma se intenta que éstos dominen al IFE a través de las atribuciones de la Cámara de Diputados para la designación, supervisión y relevo de consejeros.

Las dirigencias han buscado cambiar la relación que existe entre el IFE y el Tribunal Electoral respecto a los partidos, eso queda de manifiesto en la reforma electoral. Circunstancia que ha tenido lugar a costa de las atribuciones de los órganos electorales de autoridad para salvaguardar la legalidad y la democracia interna. La embestida no concluye allí; también es evidente el deseo del sector político dominante de reducir los espacios de deliberación y participación a través de los medios de comunicación, particularmente la radio y la tv.

Ya lo hemos señalado: no hay democracia sin partidos fuertes y modernos. Lo primero se ha logrado; en lo segundo hay involución, lo que afecta a los órganos de representación como son las cámaras federales y los Congresos estatales. La crisis es más que una cuestión de representatividad; no es un problema de los partidos como tales. Son sus cúpulas, en algunos casos, las informales, las que se sirven del espacio partidista, tergiversan una representación colectiva y, en no pocos casos, buscan ganar poder para sus intereses particulares.

Frente al distanciamiento de la sociedad sobre la política, la complacencia de los legisladores gana terreno sin advertir que también ellos serán víctimas del autoritarismo partidario. La vida democrática padece un estado de descomposición que todos pueden ver, pero que pocos están dispuestos a cambiar. La agenda a futuro es la modernización de los partidos.

Por ahora, no está por demás denunciar que, de aprobarse la reforma al régimen presidencial, éstos y no otros serían los partidos que elegirían al jefe de Gabinete. Una predecible disputa por el pastel del poder gubernamental por una generación que, con todo por delante para trascender, en su cortedad parece haber optado por el fracaso.