miércoles, 1 de octubre de 2008

Nudo Gordiano

Yuriria Sierra
No tuvo más alternativa…
Patricia Mercado renunció al Partido Socialdemócrata después de mucho meditarlo. Desde marzo pasado, cuando sus asambleas nacionales y en el Distrito Federal fueron anuladas por el TEPJF, ya se anunciaba una fractura en el interior de ese partido aunque, por un momento, esa anulación fue razón para pensar que no todo estaba perdido.
También sabíamos de la existencia de dos alas, una de Alberto Begné y otra de Mercado, de los zafarranchos que caracterizaron las asambleas que designaron al dirigente nacional, así como de las mañas de las que se valieron para ganar terreno.
Escuchamos a ambos intercambiar insultos, en un episodio que no cuadró con su idea de hacer política distinta y, a últimas fechas, nos llegaron rumores del arribo a ese partido de otra mujer a sus filas, Rosario Robles.
Esto último ya fue desmentido por la involucrada. De hecho, desde esas revolcadas asambleas generales, mucho aconteció antes de llegar a la renuncia de su fundadora.
Alberto Begné, quien, como pudo, finalmente se ubicó en la dirigencia nacional, decidió, ya estando ahí, que lo mejor para el partido y su carrera era ir en busca de una curul. En su lugar, Jorge Carlos Díaz Cuervo ocupó la dirigencia del partido. Begné comenzó a prepararse para su campaña electoral. Mercado se quedó expectante.
Pero, junto con la fundadora del hoy Partido Socialdemócrata, también se van cientos de militantes que creyeron y apoyaron el proyecto que incluía a las minorías sin eufemismos y veían, en lo que alguna vez fue llamado Partido Alternativa Social Demócrata, eso, una alternativa frente a los dimes y diretes de tricolores, azules y amarillos.
En palabras de la misma Patricia, el partido está lleno de “un ambiente de exclusión, abusos y trampas.”
Para ella, irse fue lo más sensato, pues se perdió el proyecto original.
Y no es que haya sido una decisión errónea, de hecho, su permanencia en el partido hubiera significado lo mismo que para muchos políticos que sí han permanecido en los grupos que fundaron, aunque el camino se esté trazando distinto a como se planeó en su origen.
Se han convertido en líderes morales, lo que sea que esto signifique.
Pero también nos permitimos pensar que esta era una separación anunciada. Desde que Patricia y su corriente se enfrentaron a merequetengues en su candidatura a la Presidencia en 2006, cuando el Dr. Simi quiso meter mano dentro del partido y desde que, ya con Begné al frente, se hicieron modificaciones al nombre y al logo y retiraron la palabra “alternativa”, todo hacía pensar que la paciencia de Mercado se agotaba.
Finalmente se acabó y ahora tendrá que buscar una nueva plataforma y encaminar su proyecto en una vereda distinta.
Lo del PSD se suma a su historial de proyectos truncados.
En 2000, México Posible también vio terminado su trayecto, cuando no logró el mínimo de votos para lograr su registro.
Así, Patricia Mercado hizo efectivo el significado de la frase que identificó a su movimiento: Si no es diferente, no es alternativa. Y el Partido Socialdemócrata se apresta para las elecciones federales del próximo año con la intención de mantener su registro, algo que ya se vislumbra complicado ahora que la corriente “alternativa” ha dejado el partido.
El Socialdemócrata toma un nuevo trayecto, aunque sin la fuerza política que tuvo con Mercado en sus filas ni con algo similar a lo que poseen otros a los que alguna vez llamaron “los partidos de siempre”…

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