domingo, 5 de octubre de 2008

El partido de los marginados

Editorial del Periodico Vanguardia de Coahuila.

Publicado el: 03-Octubre-2008
Todo estaba listo para que obtuviera su registro nacional el Partido Rumbo a la Democracia, conocido hasta ahora con el vago nombre de Asociación Política Mexicana (tiene oficinas en Saltillo, por el rumbo de Coss y De la llave). Se trataba de una entidad novedosa, por cuanto agrupa en su seno mayoritariamente a albañiles y choferes de autotransporte.
En un momento dado, la comunidad judía en nuestro país manifestó su decisión de apoyarlo económicamente. Su líder, Rodolfo Bastida, dijo que se mantendrían ajenos a los tres grandes partidos, al tiempo que manifestaba su desconfianza tanto hacia la derecha como a la izquierda. Como sabemos, los albañiles, a pesar de ser un puntal de la macroeconomía, son el sector más desprotegido de la sociedad: no cuentan con seguridad social, vacaciones, aguinaldos ni, paradójicamente, créditos de vivienda. Su actividad, la más dura de todas, genera grandes riquezas.
El nuevo partido contaba además con una poderosa ala campesina (no sabemos si un cuerpo similar al que finalmente abandonó al Partido Alianza Socialdemócrata, cuando éste se empecinó en lanzar la candidatura de Patricia Mercado, en lugar de la del Doctor Simi). El nuevo partido reclutó a los trabajadores que ni seguridad social tienen. La membresía de esta agrupación, en un país con 50 millones de pobres y 30 millones de habitantes en pobreza extrema, pudo haberse disparado hasta niveles incalculables.
Un partido popular, que no lleve en sus siglas la palabra Revolución, porque asusta a los ricos e inclusive a la gente más pobre, a la que nada tiene que perder, salvo su vida. (Por su parte, y mientras el régimen de jubilaciones del ISSSTE subía al podio de los fusilamientos, los trabajadores del IMSS, sindicato que suma 2 millones de personas, anunciaron su voluntad de integrar un partido político, con el propósito de defender su fuente de empleo, el anacrónico, improductivo y putrefacto instituto, que a todas luces será canibalizado por el Seguro Popular).
En fin: hacia el mes de marzo de 2007, el dúo dinámico compuesto por Rodolfo Bastida Marín y Rodolfo Bastida Mendoza, líderes de los sindicatos de autotransportistas y de obreros de la construcción, metieron todos los documentos necesarios al IFE, para solicitar el registro de su partido. Antier, el Tribunal Federal Electoral ratificó el acta del Consejo General del IFE, con fecha del 14 de agosto, por la que se le niega en definitiva el registro al partido Rumbo a la Democracia. ¿El motivo? Que ninguna institución política en México puede utilizar una base gremial para constituirse.
Esto es, que nadie puede ser afiliado en grupo, de manera gremial a un instituto político. El PRI lo hizo durante 70 años, y todavía hace tres el Partido Nueva Alianza se conformó con integrantes activos del SNTE. Pero nuestras instituciones, como siempre, suelen ser injustas con los pobres...

No hay comentarios: